NEUQUEN (AN).- Hoy puede haber campeón o la serie vuelve a la provincia de Buenos Aires. Gigantes del Sur está contra las cuerdas, no puede ceder un punto más o Bolívar se quedará con el título que lo acredita como el mejor de la Liga Argentina de voley.
A esta altura, con el 3-0 en favor de los bonaerenses y a partir de lo visto en los cruces entre ambos, está claro que sólo un rendimiento sin fallas del elenco neuquino, combinado con una noche no del todo buena de los dirigidos por Javier Weber, puede generar el milagro.
La convocatoria será en el estadio Ruca Che, que seguramente volverá a mostrar un lleno total, acorde con una final de este nivel. La cosa será a partir de las 19, con televisación a todo el país a partir de la señal de Canal 7 Argentina.
No hay mucho para analizar ni explicar, se vio durante la temporada, Bolívar está un escalón arriba del resto y Gigantes aparece como el único que, al menos, le puede complicar la vida. De hecho el equipo de Alejandro Grossi es el que más sets le ha logrado arrebatar al candidato.
Es un choque de estilos de juego, a partir del personal que compone cada plantel.
La visita es una máquina de triturar rivales, con un potente saque y combinaciones de ataque rápido, que no dejan pensar al que está enfrente. Posee atacantes temibles como Wallace, Badá, Gabriel Arroyo y Alejandro Spajic, que sin dudas marcan claras diferencias, manejados con buena mano por William y su reemplazante Luciano De Cecco.
Gigantes es un elenco que tiene que trabajar más los puntos, para ello cuenta con una mayor aptitud defensiva. En este rubro se destacan Javier Sánchez, Leo Patti y Gonzalo Campaña.
En la ofensiva el arma es el opuesto Martín Hernández, el apuntado Patti y en esta serie Javier Soldi, por el centro. Todos al ritmo que impone el armador Camilo Soto.
Bolívar puede coronarse hoy campeón invicto en el voley nacional, una pretensión que Gigantes tratará de abortar, para no ser "barrido" en la serie.