Sábado 05 de Mayo de 2007 Edicion impresa pag. 33 > Sociedad
De Dubai a Los Menucos en busca de sus raíces
Ibrahim Saad encontró a su tío tras años de búsqueda. Es una promesa que le había hecho a su padre.

JOSE MELLADO

Envidado especial

LOS MENUCOS.- Luego de más de sesenta años de búsqueda, Ibrahim Saad pudo cumplir la promesa que le hizo a su padre antes de que este muera: encontrar a su tío Felipe que vivía en Argentina.

Por estos días, la familia Saad y Abraham viven momentos muy emocionantes en los que se mezclan las anécdotas e historias muy particulares que las ponen en veredas opuestas.

Desde 1969, Ibrahim Saad vive junto a su esposa y sus cinco hijos en Dubai, unos de los siete Emiratos Árabes Unidos y lugar considerado actualmente como el más rico del mundo. Llegó allí como inmigrante libanés, para trabajar como profesor de francés.

Hoy trabaja en una de las secretarías del gobierno de Dubai y es consejero de la familia del sheik jeque- Ahmed Al Maktoum.

A miles de kilómetros, y en una realidad muy distinta viven los Abraham, una familia tradicional y humilde de Los Menucos.

Según cuenta Ibrahim, como tantos otros extranjeros, su abuelo Felipe Melhem Saad se vino a América en 1913 buscando nuevos horizontes y mejores condiciones de vida, dejando en el Líbano a su mujer y a un hijo llamado Abas Saad, que luego sería su padre. Desde entonces Abas siempre quiso saber de él.

En 1954, funcionarios del Ministerio de Relaciones Extranjeras de Líbano constataron en el marco de una investigación en Brasil y Argentina, que existía un hermano de Abas en Los Menucos.

"Desde ese tiempo mi padre tenía en su cabeza la dirección, Los Menucos, Río Negro, República Argentina. Como nos dijeron que posiblemente hablaban español, buscamos por todo el Líbano a alguien que pudiera escribir una carta en este idioma. Hasta que encontramos una mujer y enviamos una carta con una foto familiar. Tiempo después recibimos la contestación con una foto de Felipe junto a su esposa y dos hijos pequeños que son Abel y Emir. Hoy después de 40 años volví a ver la foto familiar que enviamos desde El Líbano", señaló Ibrahim visiblemente emocionado. Al poco tiempo esa mujer se fue del Líbano y se perdió el contacto familiar.

"Mi padre siempre le decía: quiero conocer a mi hermano que está en Argentina, inclusive estaba enojado porque no encontrábamos a nadie que escribiera en español para poder retomar la comunicación por carta. En 1969, un año antes de que muriera, me dijo su deseo: Tu Ibrahim que disfrutas mucho viajar, por favor trata de encontrar a mi hermano. Y si yo muero continúa con la búsqueda hasta que des con él", agregó.

Después de 40 años, el 14 de diciembre de 2006, en un lujoso hotel de Dubai, Ibrahim conoció casualmente a Mariano Salvestri, un joven de San Rafael, Mendoza, que trabaja en la conserjería de ese hotel desde hace ocho meses. Luego de constatar que hablaba español, le pidió ayuda para encontrar a sus familiares de Los Menucos. Apenas unas horas después el joven lo llamó para avisarle que tenía los números de teléfono de sus parientes. La noticia le cambio la vida.

Eran las 12:30 del mediodía del 14 de diciembre pasado cuando el teléfono en la casa de Emir Abraham comenzó a sonar. De larga dis

tancia un hombre preguntaba si era la casa de la familia Abraham y si todavía vivía Felipe. "Pensamos que se trataba de una broma. Sabíamos que había un sobrino de papá en Dubai pero nunca pensamos que nos iba a llamar. Todos nos emocionamos. Inclusive mi padre que estaba en casa y que casi no podía hablar..., temblaba" afirmó Emir Abraham, hijo de Felipe.

A partir de allí comenzaron las comunicaciones telefónicas y vía mail con envíos de fotos familiares y la promesa de Ibrahim de venir a Los Menucos.

"Saed Al Maktum me ayudo para que venga. Me dijo, tu tío tiene 88 años, no pierdas más tiempo y anda a visitarlo. Se lo agradezco porque me hizo muy feliz. Haber encontrado a mi tío es una bendición de Dios", añadió Ibrahim Saad, quien desde hace una semana y junto a su hijo Wael gerente comercial de Nissan Dubai- está de visita en Los Menucos cumpliendo el deseo de su padre.

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