NEUQUEN (AN)- Un fallo de la justicia federal condenó al Estado nacional a ampliar la capacidad de la presa Portezuelo Grande para que pueda contener una crecida máxima probable del río Neuquén de 14.520 metros cúbicos por segundo. En la actualidad puede contener hasta 11.500 metros cúbicos por segundo.

"El Estado nacional omitió, de manera manifiestamente ilegítima y arbitraria, llevar a cabo las medidas necesarias para prevenir el daño" que podría causar una crecida histórica, dice el fallo de la jueza federal neuquina Carolina Pandolfi.

La magistrada resolvió de esta manera un recurso de amparo presentado por una vecina de Cipolletti, Rosa Rozniatowski. Con el patrocinio del abogado Andrés Griffero, la mujer pidió "que se adopten las medidas de resguardo necesarias a fin de evitar que una eventual crecida del río Neuquén que supere la cota máxima de contención prevista en el diseño de la presa, provoque su desborde y/o ruptura".

Su inquietud aumentó con la inundación del invierno pasado.

Al contestar la demanda, el Estado nacional negó que exista riesgo para la vida de la población ubicada aguas abajo de la presa, y también rechazó que haya aumentado la crecida máxima probable. Aclaró que "no está obligado sino facultado" a realizar obras de readecuación, y opinó que "no es su deber garantizar la seguridad de los ciudadanos frente a eventos naturales".

Otro de sus argumentos fue que "la rotura de Portezuelo Grande no ocasionaría a los habitantes daños mayores a los que hubiese provocado una crecida natural de no haber sido construida la presa".

El fallo de Pandolfi refuta, en críticos términos, todas estas argumentaciones. Se basó en informes del Organismo de Seguridad de Presas (Orsep) y de la

Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC), así como en las conclusiones de un estudio elaborado por la consultora British Columbia Hydro International Ltd.

Al respecto, indica que según esta consultora "el caudal pico diario promedio estimado para una crecida máxima probable en el río Neuquén, elaborado en función de la tormenta de mayo de 1991, es de 13.200 m3/seg., mientras que el pico instantáneo es de 14.500 m3/seg".

Añade que "si se tomaran los parámetros de la última crecida registrada entre el 12 y 13 de julio de 2006, el pico instantáneo probablemente resultaría aún superior".

También dice el fallo que la Orsep advirtió que "el evento hidrológico" de esa fecha "obliga a proceder a la actualización de la crecida máxima probable determinada por BC Hydro".

En sus conclusiones, la jueza señala que "una eventual crecida que supere la capacidad de erogación máxima de Portezuelo Grande (11.500 m3/seg.) provocaría la ruptura de la presa", con lo cual "la ciudad de Cipolletti quedaría en gran medida sumergida bajo el agua, en algunos lugares con niveles superiores a un metro de profundidad".

Los daños "serían más graves que los que se hubiesen sopor

tado antes de la construcción de la presa, por cuanto la regulación y estabilización del caudal que ella permitió produjo cambios en el río y en terrenos circundantes".

Señala además que el Orsep, "encargado de garantizar la seguridad de las presas, ha anunciado la existencia del riesgo y requerido del Estado nacional que adopte las medidas necesarias para prevenirlo" pero el Estado "se mantuvo inactivo" y "tampoco reaccionó después de la crecida del 13 de julio de 2006".