BUENOS AIRES.- El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, afirmó ayer que "el gran avance" del encuentro de la Argentina y Uruguay en Madrid por el conflicto por la pastera Botnia "es que podemos hablar y estamos terminando con el tabú 'de esto no se habla' que imperó durante este último año".

Con esta frase el funcionario intentó demostrar que las partes estaban encauzadas a dirimir sus diferencias por la vía diplomática destacando que "con firmeza vamos a tratar de encontrar soluciones a todos estos problemas".

Sin embargo, el optimismo oficial no asegura el logro de un acuerdo en el que se contemple la reubicación de Botnia. El dato que baja las expectativas en este punto está dado en que el "Proyecto Orión", que es el documento conjunto elaborado en Madrid y aprobado por las partes, no se habla de 'relocalización' de Botnia sino de analizar su 'localización'. Esto para los asambleístas fue una derrota de la Cancillería Argentina ya que se parte de un principio de discusión que favorece al Uruguay.

El jefe de Gabinete explicó en este sentido que "lo que nosotros hemos acordado en discutir es el proyecto de Botnia en su conjunto, y por eso en el documento se lee 'cuestiones en relación al proyecto Orion, su localización y otras circunstancias". En tanto, Fernández dejó en claro que el proceso ante la Corte Internacional de La Haya continúa y "hay una expresa salvaguarda el documento".

Avance diplomático

La reunión en Madrid de las delegaciones de Argentina y Uruguay arrojó un saldo positivo a partir del restablecimiento del diálogo. "Ambas partes se comprometen a abstenerse de adoptar medidas o actitudes que puedan contribuir a profundizar las diferencias existentes o a incrementar las tensiones y, por el contrario, a esforzarse en mantener una atmósfera de distensión y confianza mutua que favorezca el diálogo entre los dos países", versa uno de los párrafos principales de la Declaración de Madrid.

A primera vista, contribuir a no "incrementar" las "tensiones" implica, en buen criollo, el levantamiento de los cortes de rutas y puentes en Entre Ríos. De hecho, antes de la cumbre española, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, deslizó ante los asambleístas ese pedido, para no entorpecer la negociación. "¿Qué nos asegura que no pase lo mismo que el año pasado, cuando Kirchner y Tabaré llegaron a un acuerdo en Chile, se levantaron los cortes, y Uruguay después no hizo nada?", se preguntan desde Gualeguaychú quienes ya aseguraron que vuelven a los cortes.

Obviamente, quienes aguardaban de la cumbre de Madrid una solución al conflicto, lo saborean como un fracaso. Pero en términos diplomáticos, el resultado es ampliamente positivo y mantiene expectante la resolución.

Está claro que lo más difícil para el gobierno nacional será digerir, si es que el diálogo avanza, la puesta en marcha de la pastera Botnia. El gobierno de Kirchner, deberá presentar un hipotético acuerdo, con este escenario por medio, como una victoria, porque de lo contrario los asambleístas focalizarán su ira hacia la Casa Rosada. El jefe de gabinete eludió dar respuestas a posibles escenarios de corto y mediano plazo que puedan surgir de este conflicto. "Se terminó el tiempo de hablar por los diarios. Ya podemos hablar mirándonos a los ojos -en referencia a los funcionarios uruguayos- y diciéndonos lo que nos parece que está mal del otro", salió del paso Fernández ante una última consulta de un periodista.

(DyN/Redacción Central)