NUEVA YORK (DPA) - Sólo los viejos amigos llaman "Jim" a James Jewel Osterburg. Para el resto del mundo es Iggy Pop, Mr. Igman o sólo The Ig. Con su torso fibroso cubierto de cicatrices y sus cabellos largos, el "padrino del punk" baila hace décadas como un derviche en la historia de la música, y desde hace poco con el regreso de su exitosa banda de los 70, The Stooges.

Iggy no canta canciones como "I Wanna Be Your Dog", las escupe. Para sus fans, él sigue siendo la auténtica encarnación del sexo, las drogas y el rock and roll, aunque los excesos de parecen ya cosa del pasado. La vida lo encuentra a los 60 años más divertido que nunca. "Por primera vez tengo todo lo que siempre quise: buenos coches, sexo caliente, una buena banda y conciertos razonables. Y ya no me siento enfermo cuando me despierto", dijo al diario "New York Daily News".

En lugar de consumir LSD como en sus tiempos salvajes, Iggy prefiere ahora unas copas de buen Bordeaux. Va a nadar con frecuencia, practica tai-chi y vive en un pueblo retirado de los pantanos de Florida.

Las profundas arrugas que surcan su rostro delatan los años. Con el tiempo Iggy pop se parece cada vez más a a su apodo de reptil, que sacó de su primera banda del secundario, The Iguanas. Iggy Pop ya era punk cuando el punk todavía no existía y el "flower power" acababa de hacer su entrada triunfal a

través de Woodtsock. En vez de amor, paz y comunidad, los Stooges cantaban sobre el aburrimiento y la frustración. En los recitales, Iggy dejaba claro que sólo el dolor podía sacudirlo del tedio. Se arrastraba desnudo sobre cristales rotos, se untaba completo con mantequilla de maní, echaba agua hirviendo sobre sus pantalones y se tambaleaba sangrante sobre el escenario.

Tanto exceso de odio escenificado hacia uno mismo es difícilmente soportable por mucho tiempo, y fue así que Iggy casi desaparece en dos ocasiones de la escena. En 1971 decidió disolver su banda en la cima del éxito, cuando habían grabado tres excelentes discos -"The Stooges" (producido por John Cale), "Fun House" y "Raw Power"- para retirarse a cortar el césped. Y después del frustrado regreso de los Stooges al año siguiente, pasó una larga estancia en una clínica psiquiátrica para desintoxicarse de las drogas. En ambas ocasiones fue su mejor amigo, David Bowie, quien lo convenció para subir de nuevo al escenario. Juntos grabaron varios discos. Iggy Pop y David Bowie mantuvieron una productiva relación profesional y afectiva. Pero el éxito masivo de "la iguana pop" llegó sólo en 1987, con el cover "Real Wild Child".

Desde 2003 es habitual verlo de nuevo junto a sus compañeros Stooges, los hermanos Scott y Ron Asheton, a los que le una relación de amor-odio que se remonta a los años del colegio. "Son las únicas dos personas que conozco por completo", apunta Iggy. "Eso no significa que los quiera mucho". Sin embargo, aún hoy admira la "testaruda musicalidad" de los hermanos Asheton. Además los necesita para inspirarse. El resultado de la reunión es el primer disco nuevo de los Stooges en más de tres décadas: "The Weirdness".

El público de sus recitales es cada vez más joven. Después de todo, Iggy Pop es una experiencia que cualquier amante del rock and roll merece atravesar.

CARLA S. REISSMAN