Martes 17 de Abril de 2007 Edicion impresa pag. 39 > Deportes
La vuelta de Verón tendrá que esperar
Una contractura lo dejó afuera del partido con Chile. Basile llamó a Pablo Ledesma y Gustavo Cabral.

Demasiado se habló durante mucho tiempo sobre Juan Sebastián Verón y la selección. Su exclusión del Mundial de 2006 tuvo tantos partidarios como detractores, hasta que Alfio Basile decidió que era tiempo de que volviera a la selección. Pero su reestreno albiceleste no ocurrirá mañana: la Brujita sufrió una contractura en la parte inferior del gemelo derecho, el domingo ante lanús y no integrará el plantel que enfrentará a Chile, en Mendoza.

El mediocampista de Estudiantes llegó al predio de Ezeiza ayer cerca de las 15, fue revisado por el cuerpo médico, y una hora y media más tarde abandonó la concentración.

Alfio Basile tampoco contará con Hernán Pellerano y Mauro Zarate, ya que Vélez se juega el jueves la clasificación a los octavos de final de

la Copa Libertadores. Y Leonardo Ponzio y Daniel Díaz terminaron con algunas molestias el Superclásico. Ante este panorama, el Coco convocó a Gustavo Cabral y Pablo Ledesma.

 

El vozarrón del "Coco"

 

Acerca de las convocatorias del defensor de Racing y del volante de Boca, Basile expresó: "En la primera conferencia dije que teníamos 40 jugadores y ante la falta de Pellerano y Zárate cité a dos que me gustan y estaban dentro de esos 40".

El entrenador también lamentó lo sucedido con Verón: "Es una lástima, hizo todas las prácticas, estaba ilusionado y con muchas ganas de ser el capitán del equipo. Estaba tristísimo... Le dije que se podía retirar porque no está en condiciones y lo queremos cuidar".

Acerca de los jugadores del plantel argentino que el domingo disputaron el Superclásico, eludió hacer una valoración individual: "No me gusta hablar individualmente, fue un clásico muy emotivo y con un buen rendimiento general".

Además, el DT explicó la importancia que les otorga a los entrenamientos con los futbolistas del medio local: "Es muy importante comer juntos, charlar, que se cuenten cosas, bañarse, hacerse chistes, aunque parezca una pavada. No sería lo mismo si juntara a todos ahora y los llevara a Mendoza. Es más fácil jugar mejor cuando se conocen todos. Veo un grupo bárbaro", dijo un entusiasmado, Basile.

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