Martes 10 de Abril de 2007 Edicion impresa pag. 39 > Deportes
"¿Debo quedarme o debo irme?"
Cuatro equipos cambiaron DT y repuntaron. River, Racing e Independiente no, pero sufren.

Todo pasa por los entrenadores. Lo bueno y lo (muy) malo de sus equipos. Pase lo que pase dentro de la cancha, las cámaras apuntan hacia afuera. Sus rostros suelen ser el reflejo más claro de un acierto o una falla de sus futbolistas.

El Clausura se ha transformado en una insoportable olla de presión. Cinco equipos ya cambiaron sus entrenadores y tres están muy complicados. El dato es que los cuatro que cambiaron mejoraron notoriamente sus campañas y los tres que aún mantienen a sus entrenadores juegan cada vez peor.

 

Cambiar y mejorar

 

Con Pedro Troglio Gimnasia no encontraba el rumbo en el Clausura ni en la Libertadores. Hace ocho días, el técnico presentó la renuncia y en menos de una semana el Lobo logró dos victorias muy importantes: con Víctor Bernay, derrotó 2-0 a Deportivo Pasto en Colombia, y con Ricardo Kuzemka, goleó 4-1 a Independiente.

Banfield, con Patricio Hernández, sacó 4 puntos en 6 fechas y en la Libertadores ganó un partido como local y perdió dos de visitante. Desde que asumió Pablo Sánchez , colaborador de Patricio, Banfield sumó 4 unidades en 2 presentaciones en el Clausura y 2 triunfazos en la Copa, donde ahora depende de sí mismo.

Chicago sólo sumó un punto en cuatro fechas con Rodolfo Motta, sucesor, Carlos Ramacciotti logró siete puntos en cuatro partidos. Nery Pumpido no le encontraba el rumbo a Newell's en el Clausura: perdió los 3 primeros. Llegó Pablo Marini y la 'Lepra' levantó: cuatro triunfos (3 en forma consecutiva), un empate y una derrota.

 

Tres que resisten

 

Daniel Passarella, Reinaldo Merlo y Jorge Burruchaga se aferran a sus cargos. El Káiser y River se fueron de la Copa en primera ronda eliminados por el Caracas, que le ganó de local y de visitante. En el Clausura le pudo ganar a un casi descendido Quilmes con un gol con la mano y sobre la hora. Pero perdió con Gimnasia de Jujuy (1-0) y empató con Belgrano (1-1), ambos en el Monumental.

En Avellaneda las cosas tampoco marchan bien. Merlo y Burruchaga se sostienen en sus cargos sólo por el afecto que la mayoría de sus respectivas hinchadas sienten por ellos. De todas maneras, en la última fecha, buena parte del público se animó a insultarlos y pedirles que se vayan.

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