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Martes 10 de Abril de 2007
 
Edicion impresa pag. 48 > Sociedad
Nadó 66 días y cruzó el Amazonas
Martin Strel recorrió a nado 5.268 kilómetros. Por el deterioro que sufrió en su salud debió ser internado.
No era la primera vez que Martin Strel desafiaba a nado los ríos más largos del mundo.
No era la primera vez que Martin Strel desafiaba a nado los ríos más largos del mundo.
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Desafió a cocodrilos, pirañas, enfermedades y la amenaza de un ataque al corazón. Y lo logró. El esloveno Martin Strel completó el domingo un recorrido de nado de 66 días por el río Amazonas. Pero ahora, está internado en un hospital.

Strel logró batir oficialmente el récord mundial del recorrido fluvial más largo del Libro Guinness después de finalizar un trecho de 5.268 kilómetros, afirmó el equipo del nadador en su página electrónica, www.amazonswim.com.

En la ciudad colonial brasileña de Belén, miles de personas acompañaron al exhausto Strel, de 52 años, mientras hacía su último esfuerzo para completar el trayecto, tras lo cual fue sacado de las aguas del río.

Tras lograr su segunda marca mundial de nado el sábado, Strel volvió al Amazonas el domingo para recorrer los 10 kilómetros restantes de su viaje y terminar la maratón en Belén cerca de las dos de la tarde.

Esta no es la primera vez que Strel se dedica a nadar todo lo largo de un río. Pero si fue su desafío mayor. Antes, había recorrido los 4.004 kilómetros del río chino de Yangtze en el 2004, y los 3.798 kilómetros del Mississippi en el 2002, en Estados Unidos.

Además, en el 2000 Strel completó una maratón de 3.004 kilómetros en el río Danubio, en Europa.

Después de llegar a Belén, Strel fue subido a una ambulancia y los médicos trabajaron para estabilizar su presión sanguínea, que lo había puesto en peligro de ataque al corazón, indicó el equipo de apoyo en la página web.

Strel sufrió náuseas, diarrea, presión alta, insolación, mareos y delirios.

Debido a su deteriorada salud, Strel nadaba seis horas y descansaba por el mismo lapso durante el último tramo de su carrera por el río más caudaloso del mundo.

El viernes, Strel tuvo que ser sacado de las aguas por su hijo Borut y otros miembros del equipo y tenía dificultades para estar de pie. Su médico le ordenó que no nadara, pero Strel, obsesionado con llegar hasta Belén, insistió en continuar los últimos kilómetros durante la noche para evitar el sol abrasador.

"He tenido suficiente. Sólo quiero terminar e irme a casa", dijo. Al menos hasta el próximo desafío.

 
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