CIUDAD DEL VATICANO (AP) _ En el día más jubiloso de la cristiandad, el papa Benedicto XVI lamentó la "prolongada matanza" en Irak y el caos en Afganistán mientras que denunciaba la violencia en nombre de la religión.
En su mensaje de Pascua, Benedicto dijo que el sufrimiento en todo el mundo pone a prueba la fe. "Cuántas heridas, cuánto sufrimiento hay en el mundo", dijo el pontífice a decenas de miles de peregrinos, turistas y romanos reunidos ayer en la Plaza de San Pedro donde acababa de oficiar una misa.
Benedicto, en su tradicional mensaje "Urbi et Orbi" (a Roma y el mundo) desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, denunció el terrorismo, los secuestros, y "los mil rostros de la violencia que algunas personas intentan justificar en nombre de la religión", lo mismo que las violaciones a los derechos humanos. "Afganistán está marcado por creciente caos e inestabilidad", expresó Benedicto.
"En Medio Oriente, aunque hay algunas señales de esperanza en el diálogo entre Israel y la Autoridad Palestina, desafortunadamente, nada positivo sucede en Irak, desgarrado por la prolongada matanza en tanto que la población civil huye".
También el papa tuvo palabras duras para la "menospreciada situación humanitaria" en Darfur, lo mismo que en otros lugares en Africa donde también hay sufrimiento. Estos incluyen el Congo, con su violencia y saqueos; Somalia, con sus enfrentamientos armados; y Zimbabwe con una crisis generalizada en la que hay operativos contra disidentes del gobierno, una economía que se acerca al desastre y severa corrupción.
Benedicto dijo que la "parálisis" política amenazaba el futuro del Líbano. "El sufrimiento, el mal, la injusticia, la muerte, especialmente cuando se abate sobre los inocentes, como sucede con los niños, que son víctimas de la guerra y el terrorismo, de la enfermedad y el hambre ¿no ponen a prueba nuestra fe?"
Después de un agotador programa de Semana Santa, el pontífice, quien cumple 80 años el 16 de abril, planeaba pasar algunos días en la residencia veraniega pontificia en Castel Gandolfo.