SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El director provincial de Tierras, Jorge Belacín, defendió ayer la autorización otorgada al fraccionamiento "con finalidad turística" que se emplaza sobre la costa rionegrina del río Limay a la altura del "Anfiteatro".

El proyecto pasó todos los filtros de la administración provincial pese a que la subdivisión comprende parcelas de hasta cinco hectáreas, cuando la normativa establece que la fracción mínima en esa zona es de 20 hectáreas.

Belacín explicó que ese límite rige para "la actividad productiva agrícola ganadera", pero no para emprendimientos urbanísticos o turísticos.

Aun así, la ONG barilochense Comunidad del Limay insistió en que el trámite fue aprobado de manera irregular y anticipó que de no conseguir su anulación por vía administrativa presentará el caso a la Justicia.

El fraccionamiento que lleva en Catastro el número de expediente 450-06 fue presentado por la empresa L&B Inversiones SA, con domicilio en capital federal. Se trata de 178 hectáreas con extenso frente sobre un privilegiado segmento del río Limay, donde fueron demarcadas 31 parcelas. Muchas de ellas comprenden una superficie no mayor de 5 ó 6 hectáreas.

La Comunidad del Limay, con el asesoramiento del abogado Rubén Marigo, planteó su público rechazo al desarrollo inmobiliario porque afecta un sitio de alto valor paisajístico y porque no cumpliría con lo normado en el decreto 764/81.

Hace dos semanas la ONG envió notas pidiendo información sobre el expediente al director general de Catastro, Mario Grandoso; al director de Tierras Belacín y al ministro de producción, Juan Accatino. Hasta ayer no habían tenido respuestas.

José Gámez, de la CdL, advirtió que la maniobra denunciada puede estar abriendo paso a un negocio más que jugoso, porque las 178 hectáreas habrían sido compradas por el actual titular en 300 mil dólares y con la nueva mensura tendrían un valor de mercado que ronda los 12 millones.

También señaló que la Comunidad del Limay llevará sus planteos ante el Consejo de Ecología y Medio Ambiente, porque "el anfiteatro está dentro de un área natural protegida que la provincia nunca reglamentó".

Belacín le aseguró ayer a "Río Negro" que su función como responsable de Tierras se limitó a "dar el visado de conformidad" y que la suerte final del expediente es una decisión de Catastro.

El funcionario insistió en que el parcelamiento en unidades tan chicas está encuadrado en la normativa "porque no van a producir allí ni ganado ni fruta fina, sino que se trata de un emprendimiento turístico".

Dijo que la actuación de Tierras se limitó a "cambiar el uso del suelo" porque "el objeto del proyecto no está dentro de la actividad primaria" y señaló que la concreción del proyecto inmobiliario fue impulsada expresamente por la Comisión de Fomento de Villa Llanquín, un pequeño paraje vecino al predio.