KIEV (AFP) - El primer ministro ucraniano, Viktor Yanukovich, reputado pro-ruso, solicitó ayer la mediación internacional y, en particular, la del canciller austriaco, Alfred Gusenbauer, para solucionar la crisis política que afecta a su país.

"He decidido apelar a mediadores extranjeros, en particular al canciller austriaco, Alfred Gusenbauer, (...) así como a juristas europeos competentes", declaró Yanukovich en una rueda de prensa.

La crisis política en Ucrania estalló el lunes tras la decisión del presidente pro-occidental, Viktor Yushenko, de disolver el parlamento, medida a la que se opone la mayoría pro-rusa del primer ministro Yanukovich.

Gusenbauer no ha entregado una respuesta oficial a la demanda ucraniana, precisó Yanukovich. En Viena, la cancillería austriaca no hizo comentarios inmediatos sobre una eventual mediación. Consultado por la elección de Gusenbauer, Yanukovich afirmó: "Austria es conocido como un país democrático neutral. Goza de una confianza merecida".

El primer ministro descartó la hipótesis de una destitución de Yushenko, postulada por sus partidarios. "Nosotros no examinamos el asunto de la destitución. Queremos evitar que la situación se agrave", declaró Yanukovich.

"Estamos contra el agravamiento de la crisis", aseguró, apelando nuevamente a Yushenko para que se retracte de su decreto que disuelve el parlamento.

Sin embargo, el jefe de Estado se mantuvo intransigente: "No daré un sólo paso para anular el decreto", aseveró delante del Consejo de Seguridad y de Defensa, y del propio primer ministro. Yushenko, no obstante, dio a entender que estaría dispuesto a un compromiso sobre la fecha de las elecciones legislativas, fijadas en principio para el 27 de mayo. Los comicios tendrán lugar, pero la "pregunta es cuándo y cómo.

El Consejo de Seguridad puede responder a este interrogante", expresó. Yanukovich, quien ha solicitado a la Corte Constitucional ucraniana que declare la medida de Yushenko como anticonstitucional, ha estimado técnicamente "imposible" organizar las elecciones el 27 de mayo.

Los diputados de la mayoría pro-rusa votaron una resolución acusando al jefe de Estado de haber provocado un "caos jurídico" y de empujar a las autoridades centrales y locales a "cometer actos ilegales". Partidarios de Yanukovich continuaban con sus protestas en Kiev contra la disolución del parlamento. Varios miles de pro-rusos se reunieron a fines de la mañana en la plaza central, Maidan, punto neurálgico de la revolución "naranja" que llevó a Yushenko al poder en 2004. Blandiendo banderas azules del partido de Yanukovich, así como rojas de las fuerzas comunistas, los manifestantes cantaban y y danzaban.