A veces no ganar puede ser un buen negocio si hay un gol de visitante a favor. Ayer, Valencia y Manchester United cerraron buenos negocios en la apertura de las series de cuartos de final de la Liga de Campeones. El equipo español, con Roberto Ayala como titular, obtuvo un valioso empate 1-1 en su visita a Chelsea, en Stamford Bridge. En la otra llave, Manchester United la sacó barata en su excursión a Roma, que lo superó 2-1 pero no supo aprovechar el hombre de más que tuvo durante casi una hora. Las revanchas se disputarán el próximo martes.

Pese a que por momentos fue superado, Valencia controló bien a Chelsea y gracias a una genialidad de David Silva se puso en ventaja. A los 29, el delantero español superó a un rival con un caño y desde afuera del área y con un ángulo algo cerrado disparó un formidable zurdazo que se clavó arriba a la izquierda del arco de Petr Cech.

Chelsea, que no merecía ir abajo en el marcador, ya había avisado con un remate de Kalou que se estrelló contra un poste, en la continuación de una maniobra en la que a Shevchenko le cometieron un penal que no fue sancionado.

Hasta que lo empató de la manera menos pensada: Cañizares se equivocó en un saque de arco, la pelota le cayó a Ashley Cole, quien metió un pelotazo largo y preciso para que Drogba se anticipara a Ayala y convirtiera con un cabezazo por encima del cuerpo del arquero, a los 7 del segundo tiempo.

En el Olímpico de Roma, los locales cumplieron con la misión de llevarse el triunfo, aunque se fueron con sabor a poco. Detrás del 2-1, exigua diferencia, hay un detalle insoslayable: los italianos jugaron casi una hora con un hombre de más y Manchester rompió el cero en inferioridad numérica.

El brasileño Taddei, a los 44 del primer tiempo, con un zurdazo que se desvió en Heinze, y Vucinic, a los 20 del segundo, tras aprovechar un rebote cedido por Van der Sar, alcanzaron las conquistas de la Roma. Rooney, a los 14 del primero, con una impecable definición, marcó para Manchester, que sufrió la expulsión de Scholes.