El costo de la Canasta Básica de Alimentos (CBA), cuyo nivel mide la indigencia, subió en marzo un 3,6 por ciento, incremento más de cuatro veces superior a la inflación general, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

En consecuencia una familia tipo necesitó reunir al menos 444,11 pesos durante marzo para no caer en la indigencia. Se trata de la mayor suba desde septiembre de 2002.

El organismo estadístico adelantó ayer sorpresivamente una semana el informe de la evolución de la inflación, que para marzo se ubicó en 0,8 por ciento.

La inflación de marzo fue impulsada por aumentos en ropa, alimentos 1,1, alquileres y educación. Con el resultado de marzo el primer trimestre cerró con una inflación acumulada de 2,2 por ciento.

La CBA está compuesta por un grupo de alimentos mínimos para la manutención mensual de una familia constituida por un matrimonio y dos hijos.

Con el aumento de marzo la CBA acumuló un incremento de 7,14 en el primer trimestre del año. En el mismo período el índice de precios al consumidor tuvo una variación positiva de 2,2 por ciento. La aceleración del costo de vida para los estratos más bajos de la sociedad se hace más evidente si se toman los últimos seis meses.

Desde octubre la inflación acumulada es de 4,85 por ciento, mientras que la CBA se encareció 13,36 por ciento en el mismo lapso. En marzo los alimentos tuvieron un alza de 1,1 por ciento y desde el 1 de enero esa suba es de 3,8 por ciento.

Por su parte, todos los rubros del índice de precios que componen la inflación arrojaron incrementos salvo Esparcimiento, que mostró una caída del 3,1% debido a factores estacionales, ya que febrero es un mes en el cual el turismo incide fuertemente en la suba de este rubro.

También hubo retrocesos en verduras y frutas y un fuerte aumento del 4,5% en el rubro Indumentaria, provocado básicamente por el cambio de temporada. Las subas en los alimentos volvieron a ser el principal factor inflacionario: en marzo subieron, en promedio, el 1,1%, con lo cual generaron la mitad de la inflación del 0,8%.

Los lácteos aumentaron un 2,5%, la carne un 0,8%, los productos de panificación, cereales y pastas un 2,6%, en medio de una suba generalizada de todos los rubros de alimentos que sólo eludieron las frutas (cayeron un 6,1%) y las verduras (su precio retrocedió un 1,9%).

Algunos productos que el Gobierno esperaba tener contenidos bajo un acuerdo de precios mostraron subas. El caso más emblemático quizás sea el filet de merluza fresco, que aumentó un 7,8% y acumuló un 24% en el primer trimestre. La carne picada aumentó en el mes un 4,2%, la paleta cocida un 11,9%, los huevos de gallina subieron un 9,2%, el queso cuartirolo un 10,8% y la prepizza un 6,5%. (DyN/Télam)