BUENOS AIRES (Télam).- El ex jefe de Antisecuestros de la Policía Bonaerense, Angel Casafús, aseguró ayer que la familia de María Marta García Belsunce es "una banda de mafiosos, destinada a encubrir un homicidio" y que desarrollaron una "estrategia" para involucrar a muchas personas en el caso.

Casafús fue el principal testigo en declarar ante el tribunal que juzga a Carlos Carrascosa por el homicidio de su esposa, y con sus dichos complicó especialmente a Horacio García Belsunce, hermano de la víctima, a quien acusó de pedirle que impidiera el ingreso de la Policía al country tras el crimen.

El comisario general retirado dijo que cuando en 2002 se desempeñaba como director general de Delitos Complejos y Narcocriminalidad, García Belsunce lo llamó con la excusa de que su hija había tenido un problema de inseguridad y que a partir de ahí se comunicó con él varias veces más.

Sobre el día del asesinato, el domingo 27 de octubre de 2002, recordó que él estaba a cargo de la investigación del secuestro del padre del actor Pablo Echarri y que Horacio lo llamó, pero él no lo atendió, ya que fue filtrado por un colaborador suyo. "Pero el lunes a la mañana lo atiendo yo. Aparece una persona con algún llanto, me dice que es Horacio García Belsunce y me cuenta que su hermanita había tenido un accidente, que se había roto la cabeza y había muerto", relató.

Según el comisario, Horacio le pidió: "Por favor, sacame la policía de encima" y él inmediatamente se dio cuenta que el llanto "era mentiroso, actuado porque después me habló como si fuera mi amigo".

"Tengo la convicción de que fue un actuación teatral, una puesta en escena para conmoverme", recordó Casafús y dijo que informó del hecho al entonces jefe de la DDI de San Isidro, Aníbal De Gastaldi, para que se hiciera cargo del caso.

Casafús dijo que el hermano de María Marta lo volvió a llamar en diciembre, después de declarar ante el fiscal Diego Molina Pico, y le dijo: "Metí la pata, le dije al fiscal que te pedí que pararas a la Policía". Según el comisario, él le respondió: "Quédese tranquilo que yo no paré la policía, yo mandé a la Policía" y de inmediato fue a declarar en forma espontánea ante Molina Pico para relatarle lo ocurrido.

Casafús dijo que ese día o al siguiente se cruzó al abogado José Scelzi, ex defensor de Carrascosa, y que el letrado le pidió disculpas en nombre de Horacio y el le respondió: "Este hijo de puta me cagó la vida, dígale de parte mía que se vaya a la concha de la madre".

"Esta actividad de este sinvergüenza formaba parte de una estrategia clara, minuciosa, perfectamente direccionada a generarle compromisos a personas de distintos ámbitos para encubrir un horrendo crimen", afirmó el testigo.

"Me arruinó la vida, desde entonces fui el jefe policial que le paró la Policía a Horacio García Belsunce. Generó un estigma social sobre mi persona y me creó daños irreparables en mi vida", remarcó el testigo, quien se jactó de que hasta entonces había esclarecido el 95 por ciento de los secuestros que investigó.