Si algo caracterizó a Boca en las anteriores Copas fue su eficacia como visitante. Sin embargo, en esta edición, el equipo fue una sombra cada vez que pasó por Ezeiza, a tal punto que no convirtió goles y apenas volvió con un punto.
El empate con Bolívar le dio paso a la única cosecha y aunque en ese partido haya merecido la victoria, dejó dudas que se repitieron en México contra Toluca y ni hablar anoche, en Perú.
Se podrá poner como excusa que jugó más de un tiempo con un hombre menos, por la tonta expulsión de Neri Cardozo, pero la realidad es que el "xeneize" fue un equipo sin alma ni reacción en la altura de Cuzco.
Los de Miguel Russo tienen chances de clasificar, pero está claro que si no mejora su efectividad cuando sale de casa, las posibilidades de seguir con vida serán muy limitadas.