"Alina Gandini & Hotelera". Así se titula su primer compacto solista nacido inevitable y naturalmente. Vivió escuchando jazz y rock argentino. Antes de integrar Acida, el grupo que tuvo con Tweety González, Alina Gandini -de ella se trata- tocaba rocanroles en tranquilas versiones jazzeadas.
El trabajo comenzó con un guiño de Charly García, sólo con la grabación de un ensayo, sin demo. Pero ahora participan Fito Páez en "Polaroid de locura ordinaria"; su padre, Gerardo, en "Mi novia se cayó en un pozo ciego"; Mariana Baraj en percusión; Claudia Sinesi en coros; Andrés Calamaro en "Otro amor en Avellaneda"; Gustavo Cerati en "Sobredosis de TV" y "Jet Set"; y el mismo Charly en "Cerca de la revolución", "Peluca telefónica" y "Raros peinados nuevos".
"Es la música que me fascinó desde que tengo ocho años. No hubo un tiempo en que se me ocurrió la idea de hacerlo, simplemente salió solo, surgió. Me dije: Qué increíble, tengo treinta y siete años, y en este momento, cae exactamente esto que es lo que soy. Acá no hubo proyecto. Es totalmente lo opuesto a lo planificado, aunque no lo parezca porque tiene una onda de los ochenta. Me refiero a que no compuse, como hice en otros grupos, no tomé una decisión de estilo, porque surgió solo."
-Pero te pusiste en contacto con el oído ajeno. Más allá de la gente que te rodea, familiar y musicalmente, de terceros tan distantes que ni conocés su cara, y sin embargo, te evaluarán según te imaginen a través de las imágenes y los temas elegidos...
-Las fotos son ultra glamorosas y yo no soy así. Pero tenían, cuando se seleccionaron, mucha relación con cómo sonaba el disco; queríamos que fuera bien retro. Tienen que ver con el sonido de jazz hotelero que le dimos. Ahora, más que someterme al juicio de los demás, hago lo que me gusta; al que le agrade, estará bien, y al que no, también. No soy muy sensible a las críticas. No soy alguien que se ofende o se preocupa demasiado por lo que opinen los otros. Será la edad, quizás, también. Me agarra grande, este trabajo. Los demás me pueden juzgar, yo no lo tomo así. Estoy liberada de esos pensamientos.
-¿Por qué te agarra grande? Usando tu expresión.
-No lo sé. Hice otras músicas. Tuve otras épocas de mayor juventud, en las que sí decidí qué quería hacer. Ahora no, estoy en otra etapa. Hago lo que más naturalmente soy yo. No sé porque no lo hice antes. De hecho, toda la vida me senté en el pianito a tocar rock nacional en tono jazzero. En los ensayos de Acida, tocaba esas canciones, luego las toqué en un hotel (de Nuevo Madero) y listo..."
- Un disco terminado es una etapa cerrada.
-Para los músicos, en general es así. Exactamente lo contrario ocurre en el negocio de la música, donde ahí empieza todo. Supone comenzar a tocarlo en vivo, presentarlo, hacer notas, shows, no sé qué más... Para mí, está terminado y ya pienso en el siguiente. Ahora, tengo muchas ganas de hacer otro disco así y otro más componiendo, como antes... Para "...Hotelera" teníamos ensayados cincuenta temas y fue muy doloroso elegir catorce; me parece que se viene el volumen dos."
- Dijiste que fue muy doloroso elegir...
-Sí... Son temas que amo y tener que optar entre todos esos temazos fue durísimo; pero no podíamos hacer un disco cuádruple. Es un disco casi histórico en mi vida... Recuerdo perfectamente estar a los doce años escuchando el ranking de (Juan Alberto) Badía en radio Rivadavia, cuando aparecieron semejantes canciones..."
EDUARDO ROUILLET