Numerosos trabajos científicos se refieren a la relación entre la enfermedad periodontal y diversas patologías sistémicas: enfermedades cardio y cerebro-vasculares, arteriosclerosis, nacimiento de bebés prematuros.
Ya se había observado en algunas biopsias del endotelio cardíaco, por ejemplo, la presencia de bacterias propias de las infecciones bucales, como la Porphyromonas gingivalis o el Actinobacilus actinomicetencomitans. Y avanzando en la teoría del origen infeccioso de algunas enfermedades coronarias, se realizó un trabajo conjunto entre docentes e investigadores de la Residencia Universitaria en Salud Bucal (RUES) de la Facultad de Odontología de la Universidad de Buenos Aires y de la Fundación Favaloro.
"Existe un porcentaje más elevado de enfermos cardíacos entre los pacientes que tienen periodontitis, y este riesgo ocupa el segundo puesto después de la hipercolesterolemia", señala el doctor Osvaldo R. Costa, profesor titular de la cátedra de Periodoncia en la Facultad de Odontología de la UBA, responsable del trabajo. Se constató que el 60,75% de los pacientes coronarios presentaban hipercolesterolemia; el 72,90% eran hipertensos; el 24,30% sufría diabetes; el 49,53% eran fumadores y el 89,72% tenía periodontitis. Comparando estos valores con los de un grupo de control integrado por pacientes portadores de valvulopatías sin enfermedad coronaria asociada a plan de cirugía se observó que los índices de probabilidades de riesgo cardíaco eran del 4,43 para el colesterol alto; del 3,21 para la enfermedad periodontal; del 2,59 para la diabetes; del 1,37 para la hipertensión y del 1,22% para el tabaquismo.
Participaron del estudio 181 pacientes (136 hombres y 45 mujeres) con edades comprendidas entre los 35 y los 65 años, que ingresaron al servicio de Hemodinamia del Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular de la fundación.
Luego de ser evaluados por los factores de riesgo para enfermedad coronaria (hipercolesterolemia, hipertensión arterial, diabetes y tabaquismo), fueron sometidos a una cinecoronariografia diagnóstica a fin de visualizar y cuantificar el grado de obstrucción arterial existente. Luego a cada paciente se le realizó un odontograma y ficha periodontal y se tomaron seriadas radiográficas.
Si bien el profesor Costa admite que hay que hacer más estudios, su experiencia lo conduce a sospechar que la enfermedad periodontal podría desempeñar un rol importante en la génesis y evolución de la enfermedad aterosclerótica coronaria. Y explica el proceso: "Cuando hay un proceso infeccioso, bacterias y linfocitos mantienen una guerra en la sangre. Ésta circula y puede detenerse en arterias o vasos tanto en el hígado, como en el pulmón, el riñón o el corazón".