ROCA (AR).- Convencidos de que la única forma de hacerse oír es la protesta pública, la comunidad educativa de la Escuela 66 de Gómez marchó ayer a la delegación del Consejo Provincial de Educación para exigir el reacondicionamiento del establecimiento en el que sobran las falencias.

Coreando a viva voz la consigna "queremos otra escuela" y con amplios carteles hechos por ellos mismos, decenas de niños vestidos en riguroso blanco coparon las instalaciones del Consejo para pedir, a su manera, un edificio digno donde poder educarse. Afuera, padres y docentes acompañaban el clamor de los estudiantes con palmas y carteles.

La autoridades de la escuela, Adriana Etcheverry y Teresa Páez, entregaron a la delegada Marta Dousdebes, un petitorio avalado con la firma de padres y docentes en el que se reclama la urgente provisión por parte de la provincia de un inmueble nuevo, o al menos de los arreglos correspondientes.

En concreto, la delegada prometió entregar en persona el petitorio al ministro de Educación, César Barbeito, el próximo lunes durante un viaje que realizará a Viedma. Por lo demás, anunció que pronto comenzarían los arreglos en el techo y las ventanas del establecimiento, y que durante las vacaciones de invierno se cambiaría íntegramente el piso.

La penosa situación de la escuela se dio a conocer hace unas semanas cuando los padres, cansados de que sus hijos estudien en pésimas condiciones, denunciaron mediante una carta dirigida a Barbeito que la institución prácticamente "se caía a pedazos". Según comentó una docente de la institución, desde el CPE se comunicaron con la escuela la semana siguiente a la presentación de la carta para pedir un duplicado ya que, aparentemente, la primera nota se habría extraviado.

Por lo pronto, la escuela secundaria del barrio ofreció sus instalaciones para que los alumnos del turno tarde puedan tomar clases. Restaba destinar un lugar para que puedan cursar normalmente los niños del turno mañana, tarea que estaba a cargo de la supervisora Patricia Salgado.

Entre las falencias más graves que exhibe el colegio a simple vista está la mampostería, que de vez en cuando se cae, los pisos que se encuentran llenos de cráteres, los armarios que están prácticamente inservibles, las aulas que tienen filtraciones y las paredes con importantes rajaduras.

Por éstas y otras razones, la comisión de padres organizó para el próximo lunes un abrazo a la escuela para exigir respuestas concretas.