Neuquén (Télam).- Un hombre que viajaba en un automóvil con el docente Carlos Fuentealba, quien fue gravemente herido hoy por una granada arrojada por la policía neuquina, aseguró que los uniformados apuntaron "directo a la cabeza" de la victima cuando le dispararon a través del vidrio del vehículo.
Gonzalo Arroyo, quien conducía el automóvil en el que viajaba con otros tres docentes, explicó en diálogo con Télam que cuando el vehículo fue atacado circulaban "a paso de hombre en fila de dos por la ruta con total tranquilidad". "De repente -explicó- se nos adelantó un vehículo de la policía del que bajaron unos 20 efectivos y empezaron a golpear el auto con las culatas de las escopetas para que me detenga en medio de gases lacrimógenos". "Cuando traté de volver a la banquina viene un policía de atrás y disparó destrozando la luneta del auto y pegándole en la cabeza al compañero que venía atrás que se había subido al auto para evitar el efecto de los gases", relató.
Arroyo aseguró que "no había ningún motivo para disparar pero, además, el policía le apuntó directo a la cabeza y como muestra quedó adentro del auto la granada de gas lacrimógeno". "Después de eso lo sacamos del auto lleno de sangre y lo llevaron en ambulancia al hospital", agregó.
El incidente se produjo durante la represión que sufrieron los docentes esta mañana en la ruta nacional 22, a unos 40 kilómetros al oeste de la capital provincial, cuando intentaron bloquear el circuito turístico como parte del plan de lucha que realizan desde el 5 de marzo último en demanda de aumentos salariales. Fuentealba fue internado en el Hospital Provincial Castro Rendón de Neuquén, donde esta tarde continuaba alojado en el área de terapia intensiva, en estado critico y con daño neurológico severo.