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Lunes 02 de Abril de 2007
 
Edicion impresa pag. 14 y 15 >
Las Malvinas no se recuperancon aislamiento

En 1994, en ocasión de la reforma constitucional que auspicié desde mi gobierno, quedó inscripto en nuestra ley fundamental el carácter irrenunciable de la reivindicación argentina de las islas Malvinas, así como la decisión de cumplir con ese objetivo histórico a través de medios jurídicos y diplomáticos. Era un mensaje clarísimo al mundo y, en primer lugar, al Reino Unido.

La Argentina que se expresaba con esa claridad y que daba esa señal inequívoca era una nación que crecía, que estaba sólidamente integrada en la región y en el mundo, que participaba de las tendencias centrales de un orden internacional que se transformaba velozmente con el fin de la llamada Guerra Fría, tras la caída del Muro de Berlín y la autodisolución de la Unión Soviética.

El Mercosur avanzaba vigorosamente, el país era designado aliado extra OTAN de los Estados Unidos, asumíamos con responsabilidad nuestros compromisos en el mundo, propiciábamos junto a nuestros vecinos y socios una región sin armas atómicas, y militares y civiles argentinos participaban destacadamente en las misiones de Naciones Unidas.

Sabíamos que sólo una Argentina vigorosa, integrada y confiable podía modificar la larga negativa de Gran Bretaña a negociar el diferendo de soberanía.

Habíamos roto el aislamiento al que nos llevaron desvaríos inspirados en los extremos simétricos del paisaje ideológico y revertíamos los efectos notablemente negativos producidos por la derrota militar en el escenario malvinense, en una guerra que exhibió lo mejor y lo peor.

Lo mejor: el valor y el profesionalismo de los oficiales, suboficiales y soldados que pelearon y el espíritu de una sociedad que sostenía su sacrificio.

Lo peor: la improvisación e irresponsabilidad de quienes llevaron al país a la trampa de una guerra peregrina para la que ni siquiera contaban con planes o preparación; los que rifaron una reivindicación histórica y una situación estratégica por pequeños objetivos domésticos.

Lamentablemente, a 25 años de aquellos dramáticos hechos, no puede decirse que hoy estemos más cerca del objetivo.

El actual gobierno ha aislado al país de sus vecinos (la incapacidad para enderezar sensatamente un conflicto con Uruguay ¡es el colmo de la impericia!), ha contribuido a debilitar el Mercosur con su idilio con Chávez, se aleja de las políticas racionales e integración a la economía mundial que, cada uno con sus propios rasgos ideológicos, practica la mayoría de los gobiernos de la región: Brasil, Colombia, Chile, Uruguay y Perú. Facilita el territorio argentino para que su amigo Chávez lance desde aquí provocaciones tanto al presidente de los Estados Unidos como, de hecho, a sus cercanos anfitriones, Tabaré Vásquez y Lula da Silva. Ha conseguido que países influyentes omitan a Buenos Aires en las giras de sus autoridades.

Así ha ocurrido con Bush, con Putin, con Chirac, para citar sólo los casos más notorios. En fin: este gobierno ha descolgado a la Argentina del planeta, haciendo exactamente lo opuesto a las enseñanzas de Juan Perón, quien sostenía que la verdadera política es la política internacional, que se practica dentro y fuera de los países. Esta administración piensa pequeño, piensa chiquito: malgasta la inserción internacional de la Argentina en función de minúsculas finalidades domésticas.

No recuperaremos Malvinas con aislamiento, improvisación, gritos y demagogia. En rigor, con esas armas se perdió una guerra. Si queremos volver a Malvinas, tenemos que volver al mundo. (DyN)

CARLOS SAUL MENEM (*)

Especial para "Río Negro"

(*) Senador nacional. Ex presidente de la Nación.

 
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02/04/2007, 19:04:37

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nos dejo su opinion

marco sueldo
Perù ayudò a la argentina en las malvinas, eso ya se sabe, pero no entiendo como chile habiendo traicionado a los argentinos apoyando a inglaterra el presidente argentino haya aceptado la entrega de fragatas inglesas creo en un puerto argentino, aquella vez lo recibiò bachelett cuando era solo ministra de defensa. No sè ustedes pero si a mi me hicieran eso no lo olvido, es màs volarìa esas fragatas con esa otrora ministra adentro.
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