BUENOS AIRES (ABA).- El historiador británico, Lawrence Freedman, afirmó que "desde la guerra de 1982 los británicos están resueltos a no negociar la soberanía (de las Islas Malvinas) por lo que Argentina se siente más frustrada y el actual gobierno argentino, que es más nacionalista, ha puesto más énfasis en el asunto que sus predecesores".

Freedman, conocido como el historiador oficial británico sobre Malvinas, realizó tales declaraciones en una entrevista publicada el domingo pasado por el diario chileno "El Mercurio".

El profesor de estudios de guerra del King´s College de Londres, también subrayó que en estos días "existe conciencia acerca de que la tensión con Argentina no ha desaparecido, aunque se trata de una disputa que nadie quiere agravar. El problema es que el contencioso no se resolvió en 1982: Argentina sigue creyendo que las Falklands le pertenecen y el Reino Unido no lo acepta". De todos modos, consideró que las relaciones entre ambos países "han evolucionado".

Freedman sostuvo que "si Argentina no hubiese invadido las islas, no me extrañaría que ahora fuesen argentinas ya que su po

blación estaba en declive y podrían haber sido consideradas como territorio británico no viable", algo que cambió luego ya que se volvió una "comunidad muy dinámica".

Por último, el historiador opinó que "el papel de Chile en el conflicto fue importante pero no decisivo". La importancia no fue tanto lo que hizo Chile, sino el miedo argentino a que se uniera al Reino Unido, aunque es cierto que "proveyó inteligencia útil y otro tipo de apoyo", destacó el experto.

"Serían argentinas"

Conocidas tales afirmaciones, "Río Negro" consultó a quien fue embajador argentino en el momento de la invasión a las islas el 2 de abril de hace 25 años.

"Coincido (con Freedman) en que sin dicha invasión los ingleses hubieran devuelto las Malvinas. Ya estaba en marcha el proceso de restitución, dado que los británicos habían llegado a la conclusión que era necesario encontrar una fórmula para restituir las islas a la soberanía argentina.

En concreto continuó explicando el entrevistado-, se hablaba de establecer un plazo en el cual habría una administración británica con posterior restitución, pero "la guerra hizo perder lo que la diplomacia había ganado".

También recordó que, previo al conflicto, se estaba buscando una salida similar a la de Hong Kong (que a fines del siglo pasado de manos británicas pasó a la esfera China).

Después de resaltar la importancia del testimonio de Freedman dado lo que representa en su país-, Ortiz de Rozas también compartió la visión de aquel sobre el giro de Inglaterra la cual "estamos viendo como se niega rotundamente a negociar".

En cambio dudó sobre la calificación del gobierno de Néstor Kirchner como "más nacionalista". "No advierto mayor énfasis en la cuestión, cada gobierno democrático por distintos métodos se ocupó del tema. En la etapa del canciller Guido Di Tella (gestión de Carlos Menem) con gestos de mayor distensión.

De todos modos, señaló que no ayudan episodios como la reciente cancelación unilateral de explotación de hidrocarburos, aún cuando tal emprendimiento no se venía desarrollando.

Ortiz de Rozas sostuvo que el mayor avance hacia una soberanía compartida ocurrió en 1974, cuando la propuso Juan Domingo Perón quien estaba seguro que luego de una etapa de soberanía compartida las Malvinas iban a quedar en manos argentinas.

Durante el episodio bélico del 82 existió la propuesta de colocar tres banderas (la argentina, la británica y la de Naciones Unidas) que tampoco prosperó.

Para quien fuera también embajador en Francia y Estados Unidos, hacia el futuro habrá que tener "paciencia, perseverancia y seguir insistiendo en el pedido de volver a la mesa de negociaciones", porque, concluyó diciendo: "La reivindicación de Malvinas sigue siendo una causa nacional que está presente en el espíritu de los argentinos".

CLAUDIO RABINOVITCH