BUENOS AIRES (DyN).- El gobierno renovó ayer los cuestionamientos contra la Cámara de Casación Penal con declaraciones de dos de los integrantes del Gabinete, en línea con las críticas manifestadas por el presidente Néstor Kirchner en el ex centro clandestino de detención "La Perla", de Córdoba.

El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, consideró que la actuación de los integrantes de ese organismo "es objeto de crítica por parte de muchos jueces", mientras que el titular de la cartera de Justicia, Alberto Iribarne, calificó como "irregular" a las demoras de las causas en las que están involucrados represores de la última dictadura militar.

"El funcionamiento de ese tribunal es objeto de críticas por parte de muchos jueces y no sé por qué se sienten tan mal cuando el presidente lo dice en público", dijo Fernández, en declaraciones radiales.

De esta forma, el jefe de Gabinete defendió las críticas que realizó Kirchner a los magistrados que integran la Cámara de Casación Penal el 24 de marzo, en el acto en conmemoración de los 31 años del último golpe militar.

"El presidente tiene el mismo derecho a cuestionar el funcionamiento de otro Poder como lo tiene cualquier ciudadano o funcionario de cualquiera de los otros tres poderes y, de hecho, lo hacen", opinó Fernández.

Al ratificar la posición del gobierno, el ministro de Justicia calificó ayer como "irregular" los retrasos en los procesos contra los ex represores. "A priori, que se tenga una causa más de tres años es irregular", manifestó Iribarne.

El responsable de la cartera judicial se refirió al proceso que se inició contra el presidente de la Cámara, Alfredo Bisordi. "Empezaron a funcionar los mecanismos constitucionales y el juez Luis Cabral (miembro del Consejo de la Magistratura) es el que tiene a su cargo la instrucción de un sumario" contra el presidente de Casación y otros tres magistrados cuestionados. "En función de eso, se decidirá si corresponde el juicio político o no", opinó.