SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Más de 4.700 personas se presentaron a la convocatoria para la adjudicación de 120 viviendas lanzada a principio de mes por el IPPV, pero solo unas 2.300 quedaron inscriptas.

Los números preliminares fueron suministrados ayer a este diario por el director de Acción Social del IPPV, Gustavo Otero, quien aclaró que el cierre de los listados "no significa que todos queden inscriptos".

Al termino de la última jornada el funcionario destacó la gravitación de la convocatoria en la evaluación del déficit habitacional de la ciudad, aunque la medición quede restringida a las personas que reunieron las condiciones exigidas para una vivienda FONAVI.

"Acá (en Bariloche) hacía más de ocho o nueve años que no se hacía una inscripción y esto nos viene bien para conocer cuál es la demanda que tenemos con ingresos, con las condiciones de las viviendas FONAVI y trabajar con otras áreas en la búsqueda de soluciones" dijo.

La respuesta de la gente a esta primera convocatoria del IPPV fue inferior a las estimaciones previas que situaban el déficit habitacional entre las 8.000 y las 10.000 unidades.

Aunque la respuesta de la gente también se vio condicionada por la escasa cantidad de viviendas en juego: apenas un centenar, ya que 20 casas están destinadas a familias en riesgo de la barda del Ñireco.

No obstante la expectativa se hizo mayor tras la difusión nacional del Plan Federal II, que destinó 1.062 viviendas a Bariloche. El mayor obstáculo para concretarlas sigue siendo la escasez de tierras urbanas a valores sociales.

El IPPV está apurando gestiones con gremios y entidades intermedias para canalizar parte del cupo a través de consorcios que aporten los terrenos y tuvo un primer contacto con el municipio que se comprometió a redoblar el esfuerzo para conseguir tierras aptas.

Bajo estas condiciones será difícil que el organismo provincial realice una nueva convocatoria para incorporar a las personas que no se presentaron en esta etapa. "Este listado va a quedar vigente y se actualizará con los próximos planes, cuando las viviendas estén en un 60 a 70 por ciento de ejecución", explicó Otero.

El grueso de los aspirantes se concentró en la primera semana, que registró largas colas de gente expectante frente a las dependencias del IPPV. En solo dos días el equipo de funcionarios abocado a la tarea atendió más de 3.000 personas y antes de concluir la primera quincena brindó asesoramiento a 4.200 solicitantes.

La mayoría no reunía las condiciones para acceder a una vivienda social y quedó fuera del proceso de adjudicación que comenzará esta semana con el chequeo, evaluación y puntuación de los inscriptos.

Los factores que se destacan a la hora de realizar la puntuación son la condición habitacional, familiar y situaciones especiales como mayores de edad y discapacidad. Una vez concluida la selección se podrá consultar el listado de preadjudicatarios y plantear alguna impugnación.

Otero, señaló que "si bien el interés en el plan de 120 viviendas fue alto, hubo una importante cantidad de personas que no llegaron a cumplimentar los requisitos solicitados, tales como la constitución de un grupo familiar o los ingresos mínimos solicitados por el Instituto".