RIO DE JANEIRO.- Los controladores aéreos brasileños concluyeron ayer su paro laboral después que el gobierno accedió a sus demandas, aunque los aeropuertos del país siguen sumidos en el caos y miles de pasajeros han quedado varados, al tiempo que el ejército fue movilizado para mantener el orden en el de la capital.
Los 67 aeropuertos comerciales de Brasil detuvieron el viernes sus vuelos de salida, aunque se permitió la llegada de las naves en vuelo, dijo la Agencia Brasil, el servicio noticioso gubernamental.
Los controladores protestaron una decisión del mando de la fuerza aérea, que supervisa a los controladores, de transferir a varios de ellos a otras ciudades.
Los huelguistas consideraron la trasferencia una venganza por el trabajo a reglamento al que han recurrido periódicamente en los últimos seis meses. "Todos los despegues están suspendidos debido a la huelga de controladores de tráfico aéreo. Hay algunos controladores civiles, pero son muy pocos, así que de hecho los vuelos han sido detenidos'', dijo el viernes Jorge Botelho, titular del Sindicato Nacional de los Trabajadores de Protección al Vuelo.