Los presidentes de Estados Unidos y Brasil concluyeron ayer una reunión en Camp David afirmando que siguieron avanzando en la promoción del desarrollo de los biocombustibles y la promoción del comercio global como vías que llevarán a la inclusión social y a una reducción de la pobreza.
El presidente George W. Bush se declaró "un gran creyente" de lo que puede hacer la generación de energía con fuentes alternativas.
Por su parte, su colega Luiz Inácio Lula da Silva dijo que aunque desconoce la razón, siempre se ha considerado "un obsesionado" de los biocombustibles.
Ambos hablaron en una rueda de prensa al concluir su reunión de negocios en Camp David, la residencia de descanso de los presidentes estadounidenses ubicada a 100 kilómetros (60 millas) al norte de Washington.
Lula es apenas el segundo dirigente latinoamericano invitado oficialmente a ese lugar en 16 años. En 1991 lo fue el presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari.
Lula reiteró que le ha dicho a Bush que para promover el desarrollo del etanol es necesario eliminar las barreras arancelarias estadounidenses al etanol brasileño, de 53 centavos por galón, así como también los subsidios agrícolas, incluyendo los 50 centavos por galón a los productores estadounidenses del combustible.
Recordó que éste es el momento del siglo XXI de mirar "lo que no se ha hecho bien" del siglo pasado y corregir. "Ya no tenemos la bipolaridad del siglo pasado, y por lo tanto debemos tratar de hacer del siglo XXI el siglo de la inclusión de los marginados en América Latina, el Africa y Asia", dijo.
Agregó que creía firmemente en la integración latinoamericana, especialmente sudamericana, y que si se necesitaba garantizar el fortalecimiento institucional y económico en la región era indispensable pensar en la "integración física".
Bush dijo que examinó con Lula "el momento excepcional de trabajar juntos" para la promoción del comercio bilateral y la reactivación del diálogo sobre la agenda de desarrollo de Doha.
Indicó además que deseaba "promover internamente los biocombustibles" y que coincidió con Lula en que con un trabajo conjunto se podía expandir la producción globalmente. "Queremos trabajar estrechamente con usted", le dijo Bush. "Brasil es una nación de gran influencia, y aprecio el haber compartido conmigo sus ideas estratégicas sobre la región y otras partes del mundo". Bush dijo que luego de rueda de prensa le invitaría a visitar varios lugares de Camp David y posteriormente a una cena. Lula partía de regreso a Brasilia anoche.
Los temas virtualmente fueron los mismos que ambos abordaron hace tres semanas en Sao Paulo, cuando Bush iniciaba una gira por cinco países de Latinoamérica. La ley que fija los aranceles y subsidios al etanol en Estados Unidos expirará en el 2009. (AP)