LONDRES/TEHERáN/BREMEN.- Gran Bretaña e Irán rebajaron ayer el tono de sus acusaciones en la crisis por la detención de 15 marinos británicos por parte de Teherán, que los acusa de entrar ilegalmente en sus aguas territoriales.

"Creo que todos lamentan que se haya llegado a esta situación", declaró a la BBC la ministra de Relaciones Exteriores británica, Margaret Beckett. "Lo que queremos es una salida, y que sea pacífica y tan rápido como sea posible", agregó.

Por su parte, tras amenazar al parecer con llevar a juicio a los militares, Teherán clarificó su posición. El embajador iraní en Moscú, Gholam-Reza Ansari, quien había manifestado la intención de procesar a los marinos, dijo que su supuesta amenaza se debió a un error de traducción.

"Yo sólo dije a la televisión (rusa) que el caso de la detención de los marinos británicos estaba siendo abordado de forma acorde con las regulaciones judiciales", dijo el embajador a la agencia oficial iraní IRNA.

Según afirma, fue el canal el que se equivocó al traducir esto como un posible juicio. Ansari había sido citado con las palabras: "Serán llevados a juicio si hay suficiente evidencia de culpabilidad".

Para Gran Bretaña, la salud de los soldados es "la principal preocupación", dijo Beckett a la prensa en el marco del encuentro de los ministros del Exterior de la UE en Bremen, Alemania. "Las cosas se han calmado un poco y esperamos que esto sea una buena señal", agregó.

Beckett indicó además que su gobierno ya respondió a una nota diplomática enviada el viernes por Irán. Sin embargo, no dio detalles acerca de su contenido.

El texto iraní pedía una "explicación" de la presunta violación de las aguas territoriales iraníes por parte de los soldados, que fueron detenidos el 23 de marzo. En la nota ya no se pedía de forma expresa una "disculpa" del gobierno británico, según la BBC.

Entretanto se produjeron primeros contactos oficiales entre la Unión Europea y el gobierno iraní para lograr un acercamiento. Los vínculos se realizan entre funcionarios del jefe diplomático de la UE, Javier Solana, y el entorno directo del presidente de la Comisión Nacional de Seguridad iraní, Ali Lariyani, informaron diplomáticos europeos en la reunión de Bremen.

Solana dio a entender que Turquía podría jugar un papel en la resolución del tema.

Turquía es un país importante con un papel importante en la región, dijo.

Desde Akaba, en Jordania, donde se encuentra de visita, la canciller alemana Angela Merkel saludó como una "clara señal a Teherán" la decisión de los ministros de Exteriores de la Unión Europea de reclamar la inmediata liberación de los marinos en una declaración el viernes.

"Tenemos un interés común en que los soldados, que actuaban bajo mandato de Naciones Unidas, salgan libres pronto", indicó la actual presidenta del Consejo de la UE.

Por otra parte, Estados Unidos descartó un posible intercambio de los 15 marinos por cinco iraníes arrestados en Irak.

Las informaciones de que este intercambio podría ser la solución a la crisis son falsas, indicó un portavoz del Departamento de Estado norteamericano.

Teherán resiste sin embargo a las presiones internacionales y mantiene en su poder a los británicos, detenidos en un lugar secreto y exhibidos ocasionalmente en televisión, donde confesaron haber entrado ilegalmente en aguas iraníes y pidieron disculpas.

El gobierno británico de Tony Blair insiste en que sus uniformados se encontraban en aguas iraquíes cuando fueron apresados por los iraníes. (DPA/AFP)