USHUAIA (Argentina) (DPA).- La ciudad más austral del planeta, Ushuaia, en Argentina, alberga desde ayer obras de 69 artistas de distintas latitudes, convocados en el marco de la Primera Bienal de Arte del Fin del Mundo, con el objetivo de pensar qué otros mundos son posibles ante la situación de urgencia ecológica actual.
El antiguo presidio de la ciudad, una cárcel construida entre 1902 y 1920 por los mismos presos según el modelo de panóptico de Jeremy Bentham, es una de las cinco instalaciones dispuestas para exhibir los proyectos artísticos y se ha transformado en el lugar ideal para transmitir uno de los núcleos temáticos sobre los que se articula este sentido de la urgencia: el pasado y el futuro como medida del presente, la Libertad.
Entre los artistas que exponen en el presidio figura el argentino León Ferrari, cuyas obras -marcadas por una resignificación de elementos religiosos- le han generado fuertes enfrentamientos con la Iglesia católica. Esta vez, Ferrari expone una serie de collages, que adquieren intenso dramatismo en el marco de los calabozos abandonados del presidio. Proyectando la idea de libertad ilusoria de los hombres que estuvieron allí confinados, el belga Patrick Hamilton montó en "Escape al Paraíso" ocho máscaras que contienen pequeñas imágenes de lugares de ensueño imposibles de alcanzar desde el interior y el brasileño Mariano Klautau Filho plasmó en "Entre" puertas tapiadas que inhiben el sueño de libertad en un estrecho pasillo carcelario.
El también brasileño José Rufino, quien viene trabajando desde hace tiempo ya en el tema de la memoria, recuperó vivencias de su propio padre -preso durante la dictadura militar en su país- para montar pequeñas camas en cada celda, que plasman una sensación de estrechez y encierro. Lejos de los grises del presidio, el blanco glaciar se convirtió en el color predominante de las obras emplazadas en el Polideportivo de la ciudad.
En este sitio amplio, de techos altos, ubicado frente a la Bahía Encerrada, el tiempo -como núcleo temático de la bienal- cobra protagonismo, entre otros, en la obra de la brasileña Rochelle Costi. Mediante un catálogo de oftalmólogos en tamaño gigante, Costi planteó el antes y el después de operaciones de la vista, utilizando un trasfondo de espejos. Ellos tenían una desviación visual y Ushuaia se fundó con 'desviados del comportamiento social'", explicó a DPA, aludiendo a los ex presidiarios que permanecieron en la ciudad tras recobrar su libertad. El argentino Daniel Trama hizo una Proposición Términa sobre un Paisaje", en la que se escurre la denuncia del derretimiento de los glaciares, la venezolana Magdalena Fernández en 1 y 2007" logró un impresionante juego de luz a través del montaje geométrico de 2700 metros de fibra óptica y el grupo brasileño Bijari denunció en proyecciones el acercamiento entre Brasil y Estados Unidos a raíz del tema del etanol.
Pero quizás una de las figuras más destacadas de esta bienal sea la del cubano Kcho, que en la Casa Beban montó un hogar en el que cada elemento está emplazado en altura sobre remos de madera. La casa es el templo de la familia, de la familia como célula social. De esta forma, la casa está lista para enfrentar la vida y el cambio que sea; está lista para partir en cualquier momento", dijo a DPA el cubano, cuya obra se basa en el tema de las migraciones. La casa de Kcho está adornada con flores, regaderas y numerosos cuadros en los que el mismo artista pintó a los Señores de la Playa", personajes -también hechos con remos- que al bueno estilo de los Buendía" de Gabriel García Márquez forman el imaginario del artista e inspiran otros proyectos en curso. La muestra general se emplaza además en la antigua y la nueva Casa de la Cultura, pero propone asimismo la intervención de sitios urbanos cotidianos, como la Intendencia, cuyo ingreso cuenta a partir de ahora y más allá del 29 de abril -cuando el ciclo cierre sus puertas- con un enorme paredón pintado por el artista y arquitecto argentino Clorindo Testa, con una gran leyenda que reza Primera Bienal".
IVONNE JEANNOT LAENS
