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Sábado 31 de Marzo de 2007
 
Edicion impresa pag. 04 > Nacionales
Grosso trabaja para instalar a Sobisch
Con bajísimo perfil, opera en Capital para que el neuquino sea el candidato del peronismo opositor.
Carlos Grosso, de los juicios por corrupción, a tratar de reinstalarse de la mano de Sobisch.
Carlos Grosso, de los juicios por corrupción, a tratar de reinstalarse de la mano de Sobisch.
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De manera sigilosa pero constante, un nuevo asesor político trabaja desde Buenos Aires para instalar la candidatura presidencial de Jorge Sobisch. Se trata de Carlos Grosso, el ex intendente que dejó su cargo en medio de polémicas denuncias. Grosso asesora al neuquino desde hace más de un año y medio, pero tiene cada vez más influencia, según contaron fuentes de su entorno y del peronismo disidente que apoya la candidatura del neuquino.

El ex intendente multiplica sus reuniones en el hotel Hilton de Puerto Madero. Federico Sobisch, hijo del gobernador, y Rodrigo Salvadó, secretario general de la gobernación, lo escuchan seguido. Pero Grosso le lleva sus ideas y asesorías directamente a Sobisch.

La línea de trabajo se basa en dos objetivos. Por un lado, el gobernador neuquino centrará sus energías de aquí en más en instalar su imagen en todo el país. Las encuestas que manejan en su entorno le dan muy bajo nivel de conocimiento a nivel nacional. Por el otro lado, con la ayuda de Grosso, Sobisch intenta seducir a los dirigentes del peronismo disidente que no apoyarán ni a Néstor Kirchner ni a Roberto Lavagna.

La idea es lograr que Sobisch se transforme en el candidato del PJ opositor, frente a Lavagna que lo descuidó en el último tiempo, sobre todo desde que la UCR lo postuló como su candidato. Los operadores de Sobisch tratarán de instalar que el ex ministro es el "candidato radical" y que él es la mejor opción para los peronistas disidentes.

Miguel Ángel Toma, ex jefe de la SIDE de Duhalde, y Ramón Puerta, ex gobernador misionero, son sus principales colaboradores en este sentido. Ambos tienen una muy buena relación con Grosso.

Otros dos dirigentes con el que el ex intendente unió sus fuerzas son el ucedeísta Jorge Pereyra de Olazábal y titular del Partido de la Ciudad, el porteño Jorge Giorno.

Los "grossistas" de Sobisch celebraron que el gobernador haya estipulado la fecha de elecciones provinciales para el 3 de junio, haciéndolas coincidir con los comicios porteños. De esta manera, creen, Sobisch podrá capitalizar un posible triunfo de Mauricio Macri. Sólo después de esas elecciones -especularon cerca de Grosso- se definirán las alianzas y se concretará la fórmula de la candidatura.

Grosso opera para Sobisch con muy bajo perfil. Desde que renunció a su intendencia debió afrontar varios juicios e incluso pasó una temporada en prisión acusado de asociación ilícita. Su última aparición pública fue como funcionario del ex presidente Adolfo Rodríguez Saá.

Cometió el sincericidio de decir que había sido elegido por su inteligencia y no "por mi prontuario". Debió renunciar a los pocos días.

Ahora vuelve a coquetear con la política grande pero con bajísimo perfil. Aunque le duela, sabe que su imagen es pésima.

Lo contradictorio es que, aunque jamás lo admitirán en público (salvo algunos excepciones), la mayoría de los dirigentes del PJ lo considera un cuadro inteligentísimo y se fascinan escuchando sus teorías políticas.

Grosso cuenta con varios buenos amigos peronistas, como el ex gobernador Antonio Cafiero y el ex senador Héctor Maya.

Otros dirigentes que lo consultan son los hermanos Rodríguez Saá.

En el último tiempo, el ex intendente incluso mantuvo varias charlas con Julio De Vido, el ministro de Planificación Federal y mano derecha del presidente Kirchner.

La asesoría a Sobisch le trajo algunos problemas. Algunos de sus amigos del PJ porteño se molestaron cuando supieron que Grosso trabajaba para el gobernador neuquino. Ideológicamente lo consideran en las antípodas del pensamiento de los ya viejos dirigentes de la renovación peronista, y no tienen como el ex intendente apuesta por él en unas elecciones donde el neuquino, especulan, no tiene demasiadas chances de ganar.

Grosso no escucha las críticas. Aunque nunca se había ido del todo, volvió a la política de las grandes ligas. De la mano de Sobisch..

 

NICOLAS WIÑAZKI

 
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