NEUQUEN (AN).- Sus primeras zapatillas de baile las calzó a los cuatro años y no paró más. A sus cuarenta años logró poner el mundo a sus pies y sintió que el camino llegaba a su fin.
Julio Bocca no volará más sobre los escenarios, pero seguramente entre bambalinas o entre las paredes de un salón de clases seguirá despuntando el vicio, porque los grandes genios nunca se alejan demasiado de sus pasiones. Para despedirse eligió la mejor manera: hacerlos con ese público que siempre estalló de emoción con sus famosos "pas de deux" y su encarnación de Don Quijote o Romeo.
Su adiós viene de la mano de su "Ultimo tour. Gracias", que comenzó en enero en países de Lainoamérica y culminará el 22 de diciembre en su querida Buenos Aires, con un show gratuito al aire libre y en plena avenida 9 de Julio.
El próximo 14 de abril, Bocca caerá en una piruta perfecta, sobre la ciudad de Neuquén, para bailar a las 21, en el Estadio Ruca Che. Las entradas tienen valores de 120, 100, 80, 70, 40 y 30 pesos y se pueden adquirir Brown 222 y en Mitre 515.
El espectáculo conjuga un poquito de algunos de sus interpretaciones más famosas y aplaudidas. Entre ellas se destaca "El lago encantado", una creación única con textos y música de Les Luthiers y locución de Marcos Mundstock. Acá se funden la maestría y la versatilidad de Julio Bocca con la sutileza y el encanto únicos del grupo musical.
También habrá un poco de "Cruz y ficción", dedicado a Oscar Araiz, musicalizado con el "Ave María" de Schubert, "Crucifixión" de autor anónimo y "Negro Spiritual", cantado por Marion Anderson. Infaltable será el recuerdo de lo que fue "Bocca Tango", representado durante octubre y noviembre de 2001 en el Teatro Maipo de Buenos Aires. Más de 20.000 espectadores fueron a ver a Julio bailar milongas y tangos.
En esta gira mundial Bocca bailará con su Ballet Argentino, compañía que fundó hace más de quince años y con Cecilia Figueredo, su primer bailarina. En este viaje de grandes proporciones no sólo están incluidas la mayoría de las provincias argentinas y de otros países de América, sino gran cantidad de festivales europeos y algunas de las principales capitales del Viejo Continente como Madrid, Barcelona, París y Roma.
Bocca es uno de los bailarines más importantes de la segunda mitad del siglo XX y probablemente uno de los más importantes de todos los tiempos de Argentina.
Hoy se despide y confiesa a la prensa del mundo estar satisfecho con tremenda decisión. Cuando anunció por primera vez: "A los cuarenta me retiro", muchos pensaron que eso jamás sería posible, pero el tiempo llegó y ahora todos preguntan ¿por qué?
En una entrevista realizada por el diario La Nación, el bailarín respondió: " porque me siento pleno, estoy bien con lo que hice. Estoy feliz porque hice más que lo que pensaba, llegué a donde nunca me imaginé que llegaría, me mantuve-porque fueron muchos años: el mantenerse es la parte más difícil-, y llegué al final así".
No volverá a bailar en la magira, los escenario no volverán a estremecerse al contacto con sus pies. Pero su danza continuará.