SIERRA GRANDE (ASG).- El presidente de la UCR rionegrina, Pablo Verani, tuvo que llegar ayer a Sierra Grande para calmar las aguas por la tensa relación que mantienen el intendente municipal, Nelson Iribarren, y el edil Raúl Severino.

Severino denunció esta semana una persecución y la falta de reconocimiento a su bloque (Participación y Consenso), que integra junto a la edil Graciela Pérez. Incluso dijo que su bancada no cuenta con un espacio físico para funcionar.

A la ya difícil relación entre el edil y el intendente se sumó el desplazamiento de Severino como presidente de Hiparsa. En su reemplazo fue designado un hombre leal a Iribarren, Demetrio Almeida. Esto desató un malestar mayor del edil.

Ayer, minutos antes de la sesión, arribó al municipio el ex gobernador Verani con el solo objetivo que apaciguar la difícil relación y clarificar el panorama. Verani mantuvo un encuentro a solas con cada una de las partes y luego los juntó para dialogar.

El ex mandatario dijo a la prensa al cerrar las conversaciones que "se solucionaron los desencuentros".

La UCR avaló la continuidad del bloque Participación y Consenso, pero por una cuestión de funcionamiento y no para discrepancias de fondo. "Las discrepancias no pueden llevar a los radicales a votar junto a otras fuerzas políticas", sostuvo Verani.