ROCA (AR).- Una pinchadura en una cañería que transporta petróleo, provocada en lo que se presume en un intento de robo, generó durante la mañana de ayer un importante derrame en un sector de la zona de bardas roquense.
El accidente ocurrió cerca del mediodía cuando, por causas que se tratan de establecer, una cañería del oleoducto que la empresa Oldelval explota empezó a perder parte del crudo que transportaba en un sector atravesado por un camino rural, a más de 200 kilómetros de la ruta provincial 6. Según los primeros datos aportados por la directora de Medio Ambiente del municipio, Laura Juárez, sería probable que el desperfecto tenga origen en un intento de robo de hidrocarburos. Según pudo constatar la funcionaria al tener a la vista la cañería que provocó el derrame, la perforación en la superficie tenía las características que generalmente se encuentran en casos como éste.
La zona afectada comprende una superficie, en una aproximación arriesgada por la funcionaria roquense, de 3 kilómetros por 300 metros, en la que podían apreciarse en un primer momento hilos de petróleo que circulaban a modo de pequeños ríos, producto de la pendiente natural que se encuentra en ese sector.
Por otra parte, Juárez, acompañada por la jueza de Faltas, se encargó de labrar un acta que se presentará hoy, acompañada por evidencia fotográfica, a las autoridades del Consejo de Ecología y Medio Ambiente de la provincia (Codema) para definir qué tipo de sanción se aplicará a la empresa. Juárez también comentó que por el momento se estaban evaluando las consecuencias del derrame en el hábitat natural. La flora y la fauna de la zona sufrieron un evidente daño que será establecido en los próximos días en toda su magnitud. Afortunadamente, las napas se encuentran a una profundidad considerable, de modo que no se temía una probable contaminación del agua de la napa.
Los intentos de este diario por conseguir alguna declaración por parte de la empresa respecto del accidente fueron infructuosos durante la tarde de ayer.
Varios camiones y decenas de operarios de la empresa podían verse trabajando arduamente para minimizar el efecto del derrame en la zona, a la que no se permitió la entrada de la prensa por razones de seguridad, según alegó la empresa. Incluso en un primer momento no se permitió la entrada de la funcionaria municipal, que se presentó al mediodía para constatar la gravedad del hecho.