JUNIN Y SAN MARTIN DE LOS ANDES (ASM) Con una deuda millonaria aún por cobrar desde hace casi un año, las empresas que prestan servicios de transporte escolar pusieron desde ayer "a disposición" del distrito IV sus vehículos, para que las autoridades se encarguen de cargar combustible, reponer insumos y pagar a los choferes, que a diario llevan a clases a los niños de escuelas especiales y rurales de toda la región sur del Neuquén.
En otras palabras, no se trata de un paro tradicional o "lock-out", sino de poner al Consejo de Educación al frente del problema que ha generado con la acumulación de pagos pendientes desde el gobierno.
En ese contexto, las combis se multiplicaban ayer estacionadas frente a la sede del distrito regional de Educación, en Junín de los Andes, y en la subdelegación de San Martín de los Andes. Allí estaban... a la "espera" de que alguien se hiciera cargo de ellas.
"Ya no podemos trabajar, no tenemos plata ni para el combustible", dijo uno de los transportistas, para recordar "que de nuestro servicio dependen los chicos que van a las escuelas pero también las decenas de familias que viven de esta actividad".
La medida alcanza a los transportistas escolares desde Villa Pehuenia a Villa la Angostura, para el servicio que prestan a alumnos de escuelas rurales y especiales del distrito IV.
La singular protesta obedece al atraso en los pagos del gobierno provincial, que mantiene una deuda estimada en más de 1.500.000 pesos, con facturación pendiente desde agosto de 2006.
Una veintena de empresas está involucradas por el conflicto, cuyo costado más inquietante "no es sólo el atraso, porque siempre cobramos fuera de término, sino la total falta de respuesta a los reclamos, los planteos, las innumerables notas... es como si a nadie le interesara, pero hay cientos de chicos de todo el distrito que desde ayer no concurren a clases", dijeron los transportistas consultados por este diario.
Como se apuntó, la falta de transporte afecta a chicos cuyas posibilidades de desplazamiento están, de hecho, acotadas.
En efecto, se trata de alumnos de escuelas especiales, muchos de ellos con problemas de motricidad, y de niños y jóvenes de escuelas rurales que deben trasladarse por varios kilómetros para concurrir al establecimiento ubicado en el paraje respectivo.