NEUQUEN (AN).- Dos adolescentes de 15 y 16 años fueron demorados ayer en esta capital como sospechosos del crimen del indigente Ricardo Ferreyra, asesinado a golpes y quemado hace una semana en el barrio Alto Godoy.
A través de dos allanamientos realizados en la zona de Gran Neuquén, la Policía los demoró y los puso a disposición del juzgado de Menores que en las próximas horas resolverá qué medidas adoptará.
Los investigadores llegaron a los jóvenes luego de una minuciosa investigación que les permitió identificarlos como los principales sospechosos a través del relato del compañero de Ferreyra que sobrevivió al ataque, mediante las declaraciones de testigos que los vieron junto a los dos indigentes la madrugada del crimen y tras examinar filmaciones, entre otros aspectos.
Tal como informó "Río Negro" días atrás, los indigentes habían sido vistos en el hospital Horacio Heller horas antes de que se produjera el ataque. A través de las cámaras de seguridad del centro médico, se pudo comprobar que ambos salieron del hospital acompañados por los jóvenes, según confió una alta fuente judicial a "Río Negro".
A esto se suma que uno de los adolescentes tiene una oreja cubierta de aros, un detalle que fue descripto tanto por el sobreviviente como por otros testigos que vieron caminando a los cuatro hacia la loma donde se produjo el asesinato.
Ambos adolescentes viven en el barrio Gran Neuquén y los uniría una relación de amistad. Ayer a primera hora fueron allanadas sus casas donde además se secuestraron diversos elementos que se evaluarán para ver si tienen relación con el hecho.
Muy comprometidos
Tanto las fuentes judiciales como policiales, coincidieron en que con los elementos reunidos hasta el momento, "todo indica que serían los autores del crimen".
El móvil del asesinato no está establecido aún, por lo que ninguna de las hipótesis que se manejaron originalmente, ha sido descartada.
La posibilidad de que los adolescentes hayan matado por diversión, como ocurrió con otro indigente a fines del año pasado en el barrio San Lorenzo, todavía es tenida en cuenta por los investigadores.
El crimen ocurrió en la madrugada del 20 de marzo, a las 6. Ferreyra, de alrededor de 45 años, fue atacado con saña: recibió golpes en todo el cuerpo y luego fue prendido fuego.
Al momento del ataque estaba junto a un amigo de 72 años con quien compartía una precaria casilla a metros de donde ocurrió el asesinato. Este hombre también fue golpeado, aunque a pesar de las heridas logró sobrevivir y hoy está bajo tratamiento médico.
La investigación del hecho está a cargo de la comisaría 18, el departamento de Homicidios de la Policía y la fiscalía de Graves Atentados contra las Personas.