"El es un gran competidor, lucha mucho y no erra. Pero éste es uno de esos partidos que nunca debería haber perdido". No es común escuchar estas palabras de Roger Federer, pero queda claro que esta segunda derrota ante Cañas lo dejó con el ánimo por el piso.
Fiel a su estilo, el mejor del planeta, dio la cara y por varios minutos. "Es duro volver a casa tras una derrota, sobre todo para alguien que pierde tan poco como yo. Estuve cuatro semanas aquí, en Estados Unidos, y sólo jugué cuatro partidos. No es mucho, necesito ganar partidos, pero sé que soy lo suficientemente fuerte como para eliminar eso de mi cabeza", siguió.
"Esta derrota es especialmente desilusionante -agregó-, porque me sentía físicamente muy bien, y en esas situaciones suelo ganar".
También tuvo tiempo para hablar del argentino, a quien calificó como un "competidor leal". Y además, comentó que "mejoró mucho su revés y su saque, que no era tan bueno hace un par de años".
Para los fanáticos de las estadísticas, una de aquellas: es la quinta vez en su carrera que Federer cae en forma consecutiva ante el mismo rival.
¿Quienes fueron los anteriores? El australiano Lleyton Hewitt, el suizo Marc Rosset, David Nalbandian y el español Rafael Nadal (tres veces). Ayer se sumó Cañas y, tal vez, sea la caída más dolorosa, porque fue el mismo que no le dejó batir el record de 46 victorias al hilo, que todavía tiene el "Willy" más famoso, Vilas.