"La gente tiene toda la razón. Jugamos mal, el equipo no gustó. Es un momento muy duro".

Los dichos de Daniel Passarella, justificando el malestar de los hinchas por el momento del equipo, indican que mañana ante la Liga de Quito, de local, por la Libertadores, River no sólo se estará jugando gran parte de su futuro en el torneo. Además, deberá recuperar la credibilidad de quienes apostaron por el 'Káiser' y sus muchachos para ponerle fin a la sequía de títulos.

El equipo 'millonario' invirtió 28 millones de dólares en refuerzos, y los simpatizantes del club reprochan a las autoridades haber puesto tanto dinero, que no le garantizaron el éxito y además frenan la carrera de los juveniles.

Los hinchas del club miran de reojo a Ramón Díaz, un antiguo ídolo riverplatense que regresó al fútbol argentino este año para recuperar a San Lorenzo.

La buena racha del equipo azulgrana "sólo agrega una sonrisa porque es un ex riverplatense", dijo el presidente 'millonario', José María Aguilar, para evitar comparaciones entre Passarella y Díaz.

Los últimos compromisos coperos de dejaron mucho que desear. Primero, un sorpresivo 0-1 ante Caracas en el Monumental, líder del Grupo 6 (con seis unidades) y dos semanas más tarde se trajo un punto de Ecuador al empatar 1-1 con Liga Deportiva Universitaria en las alturas de Quito. Suma 4 unidades, como los ecuatorianos, pero estos lo aventajan por diferencia de gol.

Para reencontrarse con el buen fútbol y el triunfo, ante la Liga Passarella pondría a Víctor Zapata en lugar de Oscar Ahumada. Además, Diego Galván seguiría por derecha y la delantera sería la misma del domingo: Mauro Rosarles y Ernesto Farías.

En el fondo hay más dudas. Nelson Rivas sería el reemplazante del lesionado Eduardo Tuzzio. Federico Lussenhoff y Danilo Gerlo luchan por el otro puesto de la zaga, aunque también podrían desplazar al colombiano.