Jugar una Copa internacional ¿es un premio o un castigo? ¿O las dos cosas sucesivamente?

De un tiempo a esta parte, con la ampliación del cupo de participantes, comenzaron a tener la chance de disputar la Copa Libertadores diversos equipos de la segunda línea del fútbol argentino.

Hasta la edición de 1999, el más importante de los trofeos continentales era cosa de los campeones de cada país. A partir de 2000, con el desembarco de la televisión como principal sostenedor económico de la competencia se amplió: más equipos, más partidos televisados fue la ecuación.

En 2002, Talleres de Córdoba jugó su primera y única Copa Libertadores, no superó la primera fase y hoy apenas se sostiene en la B Nacional. Quilmes la disputó en 2005 y está con un pie y medio en el descenso directo. Gimnasia, que participó en 2003 y Banfield, que lo hizo en 2005, lo hacen también en la actual edición , pero deambulan por el torneo local.

Es cierto, las crisis económicas, institucionales y deportivas de varios clubes que participaron en las últimas ediciones de la Copa no fueron producidas por esa circunstancia. Pero sí que las potenciaron o fueron el disparador para que ocurran en años posteriores.

También pasa con los grandes. En 2005, Boca se fue con escándalo de la Libertadores y terminó el Apertura jugando la cuarta división. O River que ese mismo año fue eliminado por San Pablo y originó la crisis que terminó con la renuncia de Leo Astrada, unos meses después. Pero, a diferencia de los clubes más chicos, Boca y River tienen espaldas, fundamentalmente económicas, como para sobreponerse y no caer.

No está nada mal que Arsenal, Banfield o Quilmes jueguen un torneo internacional. Pero lo mejor sería que el plantel que lo llevó a la clasificación sea el que dispute la Copa. Ahora que Lanús está cerca de una clasificación, ¿cuántos de los jugadores de este plantel seguirán estando en 2007? ¿Cuántos de los que llevaron a Gimnasia en 2005 a jugar esta edición copera la están jugando? ¿No se merece Estudiantes ser dirigido por Diego Simeone cuando participe el año que viene? ¿Y no sería un premio para el propio DT? No es improbable que el Cholo ya no esté en La Plata en 2007. Es cuando un premio toma la cruel forma de castigo.

JUAN MOCCIARO

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