Si no fuera porque el entrenador de este River es Daniel Passarella, la visita del presidente del club José María Aguilar a la práctica de ayer y su reunión íntima con el DT hubiera sido el prólogo a un despido inminente. Pero no. El equipo juega mal, pierde partidos impensados y se aleja de sus objetivos, sin embargo el Káiser es inamovible.
A la salida de su visita al Monumental, Aguilar habló y despejó dudas: "Confío plenamente en los jugadores y el cuerpo técnico. No se jugó bien y siempre que eso pasa, me preocupa. Pero también existe la confianza en que se va a revertir esta situación", aseguró.
Respecto de la reacción negativa del público luego de perder ante los jujeños, Aguilar consideró que "si estamos a favor de los insultos estamos perdiendo la noción de lo que está bien o está mal. Es una realidad que River jugó mal. Pero también es verdad que tuvo muchas opciones antes del gol de Gimnasia".
"La autocrítica para adentro es una de las soluciones. Además, todavía no estamos eliminados de ninguna competencia. Seguimos teniendo el plantel que todos decían que era el mejor del fútbol argentino", completó.
Una semana copera
Eduardo Tuzzio se retiró del Monumental antes que el resto de sus compañeros porque el médico Luis Seveso le ordenó hacerse unos estudios para comprobar el grado de la lesión
que sufrió el domingo en el partido contra Gimnasia de Jujuy.
Todo indica que el defensor sufrió una distensión en la cara posterior del muslo derecho y es muy poco probable que llegue en condiciones al encuentro del jueves frente a la Liga de Quito.
Para recibir al equipo ecuatoriano, Daniel Passarella no haría muchos cambios. El Kaiser adelantaría un día la concentración de cara a ese compromiso: el plantel podría quedar "guardado" a partir de hoy.