EL BOLSON (AEB).- El personal del hospital de El Bolsón se reunirá nuevamente en asamblea el lunes, como lo hizo ayer, aunque ya para analizar medidas de acción ante la parálisis el 13 del corriente de las obras de remodelación y ampliación del centro de salud. La detención se debe, según trascendió, a la falta de pagos a la empresa constructora Zoppi Hnos.
El Consejo de Salud local, por su parte, conminó el jueves por nota a la secretaría de Obras Públicas, para que el lunes se presenten a dar explicaciones. Ello porque de acuerdo a las redefiniciones de plazos informadas en noviembre del 2006, a fin de mes se estaría entregando al uso la primera etapa de la obra y al terminar junio, otra parte igualmente importante.
Nada de eso será posible aparentemente porque el avance de la construcción es muy lento y la demora real excede bastante los 20 días informados oficialmente.
Para empezar, el contrato de obra firmado el 20 de diciembre de 2004 fijaba 13 meses de plazo. Los trabajos comenzaron en marzo del 2005 y luego se interpuso una larga veda invernal que duró hasta octubre de ese año. Todo el 2006 pasó y mediaron adecuaciones de costos que no fueron aprobadas sino hasta hace dos semanas por un monto que rondaría los 500.000 pesos.
La asamblea de ayer fue convocada por la directora Amanda Ressa, quien junto al médico Pedro Watters, expusieron las gestiones realizadas ante el ministerio de Salud y la secretaría de Obras Públicas para obtener información fidedigna. Por lo que comentaron, varias notas y llamados telefónicos no
tuvieron respuestas o estas fueron posteriormente desmentidas por la paralización de los trabajos. De ahí que desde algunos de los agentes de salud presentes se propuso convocar a una nueva reunión el lunes para ver si el secretario de Obras Públicas, Osvaldo Mildenberger, se hace presente y en función de ello, decidir otras medidas.
Para darse una idea de los inconvenientes planteados, al comenzar las obras de ampliación hubo que demoler más de 300 m2 de un hospital que ya era insuficiente. En el 2004 cayeron bajo las mazas el ala de pediatría, laboratorio, sala de partos, neonatología, lavadero, hemoterapia, morgue, habitación de choferes y luego los consultorios de salud mental y de tocoginecología.
Semejante reducción se traduce hoy en que el área de microscopía funcione en un pasillo o que muchas veces las mujeres deban ser internadas en el ala de hombres. En caso de extrema necesidad la opción es derivar a Bariloche.
"Me siento muy preocupada igual que todo el resto de los trabajadores resumió la directora pero también sé cuál es mi responsabilidad. Tengo que hacer que funcione lo mejor posible dentro de las condiciones que tenemos porque el hospital no se puede parar".
