El presidente Kirchner advirtió ayer que no está dispuesto a aceptar 'ninguna extorsión' de parte de los trabajadores estatales de Santa Cruz, su provincia, quienes reclaman un aumento de salarios y tienen paralizada a la administración pública.

La indignación de Kirchner fue en reacción a la fuerte difusión que tuvo en los medios nacionales la histórica marcha del miércoles en Río Gallegos. Siete mil empleados públicos inundaron con su protesta la ciudad donde surgió políticamente el jefe de Estado.

En un claro ejemplo del férreo control que ejerce la Rosada sobre la información pública, se observó ayer que para los medios oficialistas la marcha en Gallegos no existió. El noticiero del canal 2, propiedad del chofer de K, Rudy Ulloa, no emitió una sola imagen. Igual criterio aplicó el diario "El Periódico", cuyo eslogan dice, vaya paradoja, "no es el más vendido".

'Porque haya nacido en Santa Cruz y sea mi provincia, no voy a aceptar ninguna extorsión de nadie. Yo ayudo a todo el país', remarcó Kirchner durante un acto en el partido bonaerense de La Matanza.

El presidente enfatizó que los docentes de Santa Cruz perciben un sueldo de 1.885 pesos mensuales 'contra los 1.040 del resto del país', al defender la política del gobierno de su provincia, contra las críticas de sectores de la oposición.

Pedro Muñoz, secretario general del gremio docente provincial le respondió que hay un "clientelismo político muy arraigado" en Santa Cruz. Recordó que durante cinco períodos gobernó Néstor Kirchner, "hace 17 años que estamos en emergencia económica, (porque) nunca se derogó". Por ello, sostuvo, "no hay paritarias desde esa fecha".

El Presidente criticó implícitamente al obispo de Santa Cruz, Juan Carlos Romanín, quien encabezó la marcha de los estatales.

(DyN y Redacción Central)