LONDRES (AFP) - Tres hombres fueron arrestados ayer en relación con los atentados suicidas del 7 de julio de 2005 contra el transporte público de Londres, que dejaron 56 muertos, en lo que constituye las primeras detenciones significativas de una investigación iniciada hace 20 meses.

Dos hombres, de 23 y 30 años respectivamente, fueron detenidos a primera hora de la tarde en el aeropuerto de Manchester (noroeste de Inglaterra), cuando se disponían a embarcar en un vuelo con destino a Pakistán, informó la policía británica en un comunicado. El tercero, de 26 años, fue apresado a media tarde en una casa en Leeds, al norte de Inglaterra. Los tres detenidos, cuya identidad no ha sido revelada, fueron trasladados a Londres para ser interrogados por la unidad antiterrorista de Scotland Yard, probablemente en la comisaría especializada de Paddington Green.

Además, las fuerzas de seguridad procedieron al registro de cinco casas del barrio de Beeston en Leeds, de donde eran originarios tres de los terroristas que cometieron los atentados del 7 de julio y, según parece, los tres detenidos de ayer.

Un establecimiento comercial del este de Londres fue objeto de otro registro, señaló la policía, según la cual los tres arrestados son sospechosos de haber "cometido, preparado e instigado actos terroristas". Los atentados del 7 de julio de 2005, los peores jamás perpetrados en territorio británico, dejaron 56 muertos, incluidos sus cuatro autores, todos ellos jóvenes musulmanes, y casi 700 heridos.

Tres bombas estallaron casi simultáneamente en tres convoyes del metro hacia las 08H50 locales (07H50 GMT) y otra hizo explosión casi una hora después en un autobús. Los kamikazes transportaban los artefactos en mochilas. La investigación emprendida hace 20 meses no había dado visos de progreso hasta este jueves, a pesar de los numerosos medios y efectivos movilizados. Ningún "cerebro" de los ataques ha sido identificado, como tampoco se

conoce quién está detrás de su financiación. Un informe parlamentario de mayo de 2006 estimó que dos de los kamikazes estuvieron "probablemente" en contacto con la red islamista durante estancias en Pakistán en 2003, aunque por el momento se desconoce el grado de implicación de Al Qaeda en los atentados, cuyo coste rondó los 12.000 euros (USD 15.600) según los pesquisas.

Scotland Yard explicó ayer que los investigadores habían seguido distintas pistas en Gran Bretaña y en el extranjero y dijo estar "determinada a identificar todas las personas que pueden haber estado implicadas, de una forma u otra" en ellos. "Necesitamos saber quién, aparte de los autores de los atentados, sabía lo que ellos preparaban. ¿Es que alguien los incitó? ¿Habrá alguien que los haya ayudado con dinero, o alojándolos?", agregó la policía. Los atentados coincidieron con la cumbre del G8 en Escocia y tuvieron lugar un día después de que Londres fuera elegida como sede de los Juegos Olímpicos de 2012.

El 21 de julio de 2005, Londres sufrió una nueva ola de atentados pero las bombas no llegaron a estallar y no hubo heridos