NEUQUEN (AN).- Las renuncias escalonadas de los anestesistas del sistema de salud neuquino derivaron en una crisis en los quirófanos del hospital Castro Rendón. Así lo entienden desde la asociación que nuclea a los profesionales del centro de salud, que hoy realizaron una radio abierta.
El conflicto se desató cuando uno de los residentes del hospital, empleado de planta desde hace menos de un año, presentó su renuncia, que se hará efectiva en menos de un mes.
Cesar Della'Ali, presidente de la Asociación de Profesionales del hospital neuquino, descartó que las renuncias guarden relación con los salarios, que son los más altos del sistema. Aseguró que un anestesista ingresante cobra cerca de 5 mil pesos, más del doble de lo que percibe un profesional de cualquier otra área. "Acá el problema es el famoso plus por criticidad, que los despega del resto de los profesionales, porque son un recurso crítico. A pesar de eso, secuencialmente aparecen las renuncias", dijo en referencia a los cinco alejamientos que, durante el último año, diezmaron el servicio.
El reclamo puntual de la Asociación de Profesionales consiste en una decisión política que solucione el problema. "Lo que nosotros decimos es que es totalmente insuficiente que el ministro de Salud (Fernando Gore) diga que este es un problema nacional y político. Si bien es cierto, hay acciones que tiene que tomar para tratar de cortar el monopolio que tiene la asociación de anestesistas", aseguró otra profesional del Castro Rendón, Noemí Alemani.
Por su parte, el director del hospital, José Russo, explicó que, con las colaboraciones de otros hospitales y los pedidos para incorporar a nuevos profesionales, en el corto plazo se podrá trabajar, pero coincidió en la gravedad de la crisis. "Tenemos la renuncia del último de los egresados de la residencia del año pasado. De ellos renunciaron dos, después de que les hemos dado su formación. Las renuncias se dieron con una diferencia de un mes. Ahora tenemos dos de planta y dos personas que egresan de la residencia, de las que vamos a proponer su nombramiento", indicó, aunque aclaró que "esto no nos resuelve el problema, pero nos permite sortear la gravísima situación de crisis".
Ruso concluyó, al igual que la asociación de profesionales, en que la solución definitiva a la falta de anestesistas tiene que ver con una decisión política. "Tanto el gobierno nacional como el provincial han hecho declaraciones, pero no alcanza con eso. Tiene que haber medidas concretas", dijo, mientras que, según la metodología que se elija, estimó que una solución de fondo terminaría con el problema en un plazo de "entre 2 y 4 años". "Nosotros pedimos una solución y tenemos expectativas de que alguien cumpla cabalmente con su responsabilidad", resumió.