NEUQUEN (AN-ACE).- La indagatoria a los militares (re) involucrados en los crímenes cometidos durante la última dictadura, Enrique Braulio Olea y Oscar Reinhold se cumplió ayer en el Juzgado Federal de Guillermo Labate con la lectura de las imputaciones en su contra.

Ambos continúan detenidos en las dependencias de la policía Federal . Debido a diversos contratiempos, el trámite indagatorio continuará hoy por la tarde.

Los militares llegaron ayer en diferentes horarios al juzgado: ambos fueron esposados y transportados en una Ford Ranger de la policía federal con una discreta custodia.

Olea entró al juzgado pasadas las 15, mientras la lectura de los cargos en su contra comenzó alrededor de las 17 y debió ser interrumpidas a las 21.30 por una indisposición física de su defensor, José O'Reilly.

"Disculpe, la audiencia se suspende porque no me siento bien", informó a la salida del juzgado O'Reilly, quien se retiró raudamente del lugar sin dar mayores detalles sobre la comparecencia ante Labate.

Minutos antes de las 22, vestido con saco marrón claro y campeando la llovizna de esa hora, Reinhold apareció esposado y custodiado por agentes federales para iniciar el trámite.

El teniente coronel (r), de unos 72 años, enfrentó la guardia periodística sin intercambiar palabra, ni evidenciar sorpresa o molestia por el inesperado encuentro con el fotógrafo y periodista de "Río Negro" en la puerta principal del juzgado.

En su ingreso Reinhold se cruzó fugazmente con Olea, que era retirado del lugar siempre con custodia policial y esposado.

"No declaré", dijo el general (re) Olea ante la pregunta mientras se iba del edificio custodiado por agentes federales.

-¿Insistirá con la eximición de prisión? ¿Pedirá detención domiciliaria?, se le inquirió.

"No hablo más, de esto no voy a hablar", replicó.

Según fuentes judiciales la indagatoria de Olea continuará hoy por la tarde, mientras que al cierre de esta edición se especulaba si la de Reinhold iba a correr la misma suerte, debido a lo avanzado de la hora.

No hubo organismos de Derechos Humanos ni de Hijos apostados en el lugar.

Olea era teniente coronel cuando era jefe del Batallón en Neuquén capital; en tanto la indagatoria judicial se relaciona con los casos de torturas y secuestros ocurridos en "La Escuelita", que funcionó en un predio a los fondos del Batallón del que era jefe.

Al momento de su retiro, Olea integraba la jefatura de inteligencia del Estado mayor como general de Brigada del Ejército. Hasta el 9 de marzo vivía en un country o barrio cerrado de Pilar (provincia de Buenos Aires), donde fue detenido por orden del juez Guillermo Labate.