BUENOS AIRES (Télam).- Una ex funcionaria del Registro Nacional de Armas afirmó ayer que Edgardo Petrocchi, un gerente de seguridad acusado de la muerte de Pablo Piccioli, a quien le disparó en octubre 2005 en la autopista Panamericana, no estaba habilitado para portar el arma utilizada en el asesinato.
En tanto, uno de los hijos del imputado aseguró al declarar como testigo en el juicio que se sustancia contra su padre, que nunca lo vio tener "una reacción violenta" y que es "un tipo tranquilo".
El tribunal que juzga a Petrocchi rechazó ayer los pedidos de la defensa para que el imputado sea sometido a nuevos peritajes psicológicos.
La ex directora de Asuntos Jurídicos del Renar, Mónica Scocco, señaló que el imputado tenía dos armas de fuego -una de ellas la pistola 3.80 utilizada en el hecho-, que estaban registradas a nombre la empresa de seguridad para la que trabajaba.
José Scelzi, abogado de la familia Piccioli, dijo a la agencia Télam que "la testigo sostuvo que era la empresa la que le asignaba las armas a Petrocchi y que éste sólo las podía portar en su trabajo".