PARIS.- El mandatario francés, Jacques Chirac, anunció ayer que respaldará al candidato de su partido, Nicolas Sarkozy, en las elecciones presidenciales de abril y mayo, pese a las tensiones y diferencias que marcan su relación desde hace una década.

El jefe de Estado anunció también en una declaración de menos de dos minutos difundida por televisión que Sarkozy, candidato de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), abandonará su cargo de ministro de Interior el próximo 26 de marzo para dedicarse por entero a la campaña electoral.

La UMP, "en su diversidad, ha elegido apoyar la candidatura de Nicolas Sarkozy en las elecciones presidenciales, vistas sus cualidades. Es por tanto natural que yo le dé mi voto y mi apoyo", se limitó a afirmar el jefe de Estado.

La esperada declaración del jefe de Estado fue muy sobria y en ella quedó claro que el presidente, más que respaldar personalmente a Sarkozy, se limita a aceptar la decisión de su partido de elegirlo candidato.

Chirac, de 74 años, anunció hace dos semanas que después de 12 años en la presidencia no se presentará a las elecciones de 2007, lo cual significará el punto final de una brillante carrera política de cuatro décadas.

Sarkozy, de 52 años, es actualmente el favorito en estos comicios presidenciales y desea encarnar una "ruptura" con la era Chirac. Por tanto, el candidato nunca pidió explícitamente el apoyo del actual mandatario ni se considera su "heredero", pero recientemente insinuó que era esencial saber si cuenta con el respaldo del jefe de Estado.

Sarkozy se felicitó por las esperadas palabras del presidente francés. "Estoy conmovido por esta decisión. Es muy importante para mí desde un punto de vista político, pero también personal", aseguró en un comunicado.

Pero la realidad es que Chirac, que nunca perdonó a Sarkozy que apoyara a su rival, Edouard Balladur, en las presidenciales de 1995, en las que el actual jefe de Estado fue proclamado jefe de Estado, intentó frenar en vano durante años la popularidad y ambición del actual candidato conservador. Finalmente, se resignó ante la idea de que Sarkozy se había convertido en el líder indiscutible de la derecha francesa.

Según los últimos sondeos, el candidato de la UMP conseguiría entre el 26% y el 31% de los votos en la primera vuelta, el próximo 22 de abril, por delante de la líder socialista, Ségolène Royal, el centrista François Bayrou y otros nueve candidatos más modestos.

En la segunda vuelta, que se celebrará el 6 de mayo, Sarkozy derrotaría a Royal pero tendría más problemas en vencer a Bayrou, que sigue ganando intenciones de voto. Según sus adversarios políticos de izquierda y de centro, el apoyo de Chirac a Sarkozy hace aparecer al candidato como una prolongación del gobierno saliente.

Para el líder de la extrema derecha, Jean Marie Le Pen, Sarkozy se convirtió en el "heredero" de Chirac, mal que le pese.

Desde hacía semanas, la oposición socialista había exigido que el candidato de la derecha abandonara la cartera de Interior porque estaba abusando de su poder. (AFP/DPA)