BUENOS AIRES (ABA).- La seguridad aérea y el estado de los radares, tras la denuncia del ex piloto de LAPA Enrique Piñeyro, ya tiene su capítulo policial. Justamente, el hoy cineasta está siendo investigado por el magistrado federal Norberto Oyarbide, en base a testimonios recogidos en la película de su autoría "Fuerza Aérea SA".

Esta semana, el juez ordenó varias acciones. Una, destinada a averiguar la identidad de todos los aeronavegantes mencionados por Piñeyro que hayan pasado por situaciones de gravedad. Otra, es un pedido de informes sobre la afirmación del ex piloto en el sentido de que recientemente estuvieron a punto de chocar dos aviones.

Oyarbide quiere nombre y apellidos para citarlos a declarar como testigos. Además, ha solicitado a organismos técnicos especializados a nivel internacional, asesoramiento en el tema que es de gran complejidad y con intereses cruzados.

Quiere contar con el aporte de peritos que no pertenezcan ni a la Aeronáutica ni a los gremios, para sacar una conclusión sobre los radares de Ezeiza.

Desde los tribunales de Comodoro Py se dejó trascender que "hay mucha interna gremial en medio de las denuncias" y también algunas objeciones hacia "la calidad técnica" de Piñeyro. A propósito, el sábado último, en la sección cartas de lectores del diario "La Nación", se señaló que Piñeyro nunca había llegado a comandante por supuestos problemas psicológicos.

También desde el despacho de Oyarbide se hacen esta pregunta: "¿Por qué las empresas nacionales e internacionales de primer nivel que operan en la Argentina no se han quejado públicamente de la seguridad aérea?" Y agregan: "¿Volarían a la Argentina si no están dadas las condiciones mínimas?".

Otro capítulo, del que no se habla mucho ahora, es del estado de los aviones, sobre todo de los de Aerolíneas Argentinas.