VIEDMA (AV)- Un abrupto descenso del 32 por ciento produjo la última medición de casos de tuberculosis en la provincia de Río Negro. La zona más problemática aún se mantiene en el Valle Medio y Río Colorado.
La tasa bajó a casi 18 casos el año pasado luego de ubicarse en 26,55 cada 100.000 habitantes, según datos oficiales aportados por el Ministerio de Salud.
La coordinadora del programa, Sileni Welke, señaló que si bien estos valores son significativamente menores a la media nacional, en determinadas áreas de la provincia la situación resulta dispar. Explicó al respecto que la situación de los departamentos Avellaneda (Choele Choel) y Pichi Mahuida (Río Colorado) podrían estar ligados a que algunos pacientes serían trabajadores "golondrinas" provenientes del Norte argentino donde las tasas tienen un notoria incidencia.
De acuerdo al relevamiento, el Departamento Bariloche tiene tasa de menos de 13 casos por 100.000 habitantes, mientras que Avellaneda y Pichi Mahuida tienen tasas superiores a 50 casos cada 100.000 habitantes. Las estimaciones dan cuenta que el riesgo de padecer tuberculosis en Bariloche es cinco veces menor que en Ingeniero Huergo o Choele Choel.
Welke mencionó entre las razones de la incidencia de la enfermedad en la provincia el "coletazo social" de 2001 que implicó una suba de 115 a 124 casos hasta la pronunciada disminución; como también existe una vinculación con la pobreza estructural, la falta de alimentación o una vivienda adecuada.
El programa consideró sobre el descenso como consecuencia de los esfuerzos realizados para la detección y el diagnóstico de los casos. A esto aportaron no sólo la expansión de los servicios y personal de salud en condiciones de realizar la detección y el diagnóstico de los casos, sino también la provisión de medicamentos para el tratamiento de todos los casos. Esto permitió garantizar el acceso a todos los enfermos.
Sin embargo, se advirtió que la tuberculosis continúa siendo en el inicio de este nuevo milenio un flagelo humano más importante que existe en el mundo a pesar de los esfuerzos que se hicieron para su control en la última década. La tasa global en 1999 fue de 141 sobre 100.000 casos.
Welke consideró que algunos casos se mantienen en la provincia debido a que algunos pacientes abandonan los tratamientos.
Por otro lado, la resistencia de la bacteria a los fármacos para el tratamiento de la enfermedad es considerada como un problema de gravedad, dado que exige un tratamiento más costoso y, eventualmente, con mayores efectos colaterales.
La fuente de transmisión es la atmósfera cuando una persona enferma elimina bacterias.