SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El intendente Alberto Icare aseguró que su salud tuvo en las últimas semanas una franca mejoría y no descartó someterse en el futuro a un trasplante de riñón.
Dijo que de acuerdo a los análisis clínicos que le practican semana a semana "todos los indicadores han mejorado" y que nunca se había sentido tan bien desde que empezó con el tratamiento de diálisis, en noviembre pasado.
La salud del intendente se convirtió en un tema central de la política local desde que su insuficiencia renal y el inicio de la diálisis en tres turnos semanales lo llevaron a pedir una licencia de un mes a fines del año pasado.
Cuando retomó el cargo, después de Navidad, despejó cualquier rumor de renuncia y reafirmó que mantenía su candidatura.
"En los últimos días he ido mejorando notablemente dijo ahora el intendente. Para mí fue un paso traumático empezar con la diálisis, pero ya llevo cuatro meses y sin lugar a dudas tengo una mejoría importante. Los hematocritos se nivelaron y la diabetes quedó en un segundo plano porque ahora los valores pasaron a ser normales, con lo cual estoy bastante tranquilo", describió.
Reconoció que la dependencia de la diálisis será permanente, al menos hasta que pueda acceder a "la solución definitiva, que sería un trasplante". Dijo que esa alternativa es "para pensarla más adelante, una vez que todo esté bien estabilizado".
El trasplante renal, en el caso de Icare, no dependería de la lista de espera del Incucai sino que la opción en análisis remite a un familiar directo que actuaría como donante vivo.
En cuanto a la vista, el intendente dijo que inició un tratamiento en el sanatorio San Carlos que "es algo nuevo que a muchas personas les dio buen resultado". Dijo que son una serie de inyecciones que deberían devolverle "claridad" en la visión.
¿Estas complicaciones no ponen en riesgo su candidatura?
Hasta ahora seguro que no, porque yo me siento mucho mejor. Siempre dije que sería una imprudencia muy seria presentarme a una elección si no estoy bien de salud. Y lo estoy tomando con la seriedad que el caso requiere. El momento más difícil fue cuando tuve dos desvanecimientos, con una sensación de inestabilidad, de estar aquí pero no estar. Allí fue cuando me tomé un mes de licencia. Pero no me pasó más.
¿Le genera tensiones la cercanía de la elección?
A medida que pasa el tiempo uno va adquiriendo experiencia. En la primera elección estaba re nervioso. En la segunda ya fue otra cosa. Ahora la tranquilidad es mayor. Antes me ponía mal ir a un debate, pero ahora ya no.
¿Va a debatir con Hugo Castañón (UCR) y con los demás candidatos?
Segurísimo. Es parte de la democracia.
¿Gobernar no es un factor de riesgo para su salud?
En general creo que no. Lo que me pone mal a veces son las cosas que salen en la prensa. Se dicen verdades, pero también hay hipocresía, agresión a la familia. Eso me pone mal.
¿Decidió ir por un nuevo período por decisión propia o pesaron los pedidos de su partido SUR y del FpV?
Fue decisión mía. Y mi familia me acompañó en un momento crucial. También la gente del partido. Yo sé que en lo electoral estoy pasando un buen momento. Mucha gente me lo hace sentir.