Como si se tratara de la comezón matrimonial de los primeros años, los binomios de poder en la Argentina (gobernador y vice) se han ido debilitando al compás de la crisis política. Se está lejos de consensuar un proyecto conjunto y es común observar que los "esposados" surgen de meras especulaciones electoralistas.
El tema quizás tiene un costado de génesis humana, ya que no solo la ambición lleva a querer ser el primero en todo, sino que muy pocas personas saben guardar su lugar ante el ejercicio de un liderazgo de otro. Llevado esto a la vida institucional de un país , cuyo sistema de representación está en terapia intensiva y con un hiperpresidencialismo , cabe preguntarse: ¿la fractura en los binomios, es otro síntoma de la enfermedad que aqueja a la democracia argentina?
Lo verbaliza un asesor de la campaña a jefe de gobierno porteño: "Los candidatos a vice se encuentran a partir de un menudeo por compromisos de aparatos políticos o de una búsqueda de golpes de efecto".
Ni hablar que esto se complejiza cuanto más clientelismo político abunda, como se vio en de La Rioja, en la que dos bandos de empleados públicos se enfrentaron ante la apatía de la población.
El vicegobernador, Luis Beder Herrera se cansó de ser segundo (lo fue durante tres períodos consecutivos bajo la sombra de Menem y el actual destituido Angel Maza) y así fue tejiendo un aparato propio.
Por otra parte, las denuncias de supuesta corrupción del gobernador saliente, solo fueron a fondo cuando este decidió ir por la reelección y He
rrera mostró aspiraciones a jugar en primera.
Un caso que también avisa por una posible crisis en puerta , es el de Tucumán , en la que su gobernador José Alperovich mantiene otra furiosa disputa con su segundo, Fernando Juri, a quien acusa de tener un "ejército" de ñoquis en la Legislatura.
Lo de Tucumán es más grave que lo de La Rioja , porque el vice no sólo tiene el control de la Legislatura sino del PJ. Juri podría terminar aliándose con el bussismo, ya que comparten un adversario común Alperovich que les obstaculiza el horizonte inmediato.
El constitucionalista Gregorio Badeni apuntó a la falta de vida democrática dentro de las estructuras partidarias sobrevivientes como el PJ: "Todos estos conflictos parten de la falta de elecciones internas y entonces lo que prima es el dedo autoritario del caudillo". A la vez, Badeni resaltó que desde Raúl Alfonsín que no se discuten ideas fuerza y que actualmente "hay facciones políticas y no partidos".
Para el especialista en marketing político Gustavo Pandiani una fórmula sana sería que "los binomios compartieran una misma visión de país en primera instancia; segundo, que logren equilibrio dentro de las fuerzas o internas que componen el espacio conjunto y, por último, que el vice tenga una función concreta. Esta idea de que el segundo cumple un rol "decorativo" ha permitido a lo largo de la historia de los argentinos que los vice siempre dispongan de un tiempo generoso para pensar como socavar el poder del número uno.
HORACIO CARIDE
