La pasividad reinó en el municipio. El intendente Jorge Ferreira consiguió su propósito de mantener la tropa en absoluta serenidad política, luego de conocidos los resultados de la convención radical del fin de semana que en la faz local distribuyó cargos en forma equitativa.

Hizo propia a su nueva compañera de fórmula para las elecciones de renovación municipal. Le puso todos los porotos a su actual directora general de Gobierno, Hilda Schlliter, para la futura presidencia del Concejo Deliberante, haciendo doblete al blindar el acuerdo con el sector del diputado nacional Fernando Chironi, quien también apoya a la funcionaria.

Y por si fuera poco, su director de Juntas Vecinales, Alejandro Arizcuren, irá a continuación en la lista de cargos. Un hombre que también responde a los fueros del jefe comunal.

Con el resto de postulantes a una banca en el Deliberante pareciera no vislumbrarse cimbronazo alguno, dado que se bendijo con absoluta contemplación a las figuras que propusieron el legislador por el circuito, Bautista Mendioroz, el vicegobernador Mario De Rege y la Juventud Radical. Por caso, la lista se completaría con Fabiana Malpeli de los "mendioristas" y un hombre a designar a continuación por el vicegobernador.

Ahora, el buzón de los entretelones quejosos se siguió llenando de cartas. Si bien mucho no tiene que ver exclusivamente con la gestión propia del Poder Ejecutivo, el contrato con la sociedad debería sufrir modificaciones o someterse a revisión para eliminar todo tipo de resabios.

Un concejal del oficialismo Juan Millaguán está siendo víctima de un "escrache" público. Su último ingreso a escena en la sesión del cuerpo deliberante tuvo sus ribetes dramáticos. Es que el edil se encuentra procesado en una causa por lesiones graves contra un joven de esta ciudad, y al parecer la familia está dispuesta a que no siga en la banca. Estuvo de licencia, pero una hermana del joven se plantó en la última sesión de manera escandalosa. Una asignatura política pendiente a resolver si es que la Justicia sigue adelante con la causa. El concejal debe cumplir recién su mandato en diciembre próximo y de aquí entonces, cada sesión podría tornarse conflictiva.

Otras huellas parecieran haber dejado impresiones similares. El municipio le derribó un edificio que la Asociación Trabajadores del Estado reivindica como parte de su patrimonio. En realidad, el municipio durante la gestión de Gustavo Costanzo retomó, en el 2000, el control del inmueble por incumplimientos gremiales a una ordenanza que fue votada por unanimidad.

En la municipalidad cuentan que pasar la topadora era necesario. El lugar implicaba serio riesgo, quejas vecinales, y una suerte de "aguantadero". Incluso se dice que allí se habría intentado violar a una joven.

La comuna ya demostró que tiene la suficiente documentación respaldatoria como para aguantar el chubasco gremial que se viene tomando en cuenta que en el medio existe una denuncia penal por daños y perjuicios.

La calma será tensa porque el Ejecutivo está llevando adelante una verificación de varios inmuebles más, supuestamente en las mismas condiciones, y la tormenta podría tener sus amenazas. En este marco, ya hay 37 expedientes más de tierras fiscales que fueron desadjudicados a sus ocupantes precarios.

ENRIQUE CAMINO

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