SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Una joven que ya cuenta con antecedentes penales fue detenida por la policía cuando trataba de asaltar a los responsables de una farmacia, a los que antes le había solicitado medicamentos y psicotrópicos que le podían entregar sin receta.

El hecho ocurrió a las 11:40 del jueves en la farmacia Suizo-Argentina, situada en la esquina de Albarracín y Rolando, cuando se presentó la joven, y al no ser satisfecho su pedido extrajo un cuchillo y pidió que le entregaran la recaudación. Cuando estaba reclamando el dinero ya los empleados de la farmacia habían tenido tiempo para avisar a la policía lo que estaba sucediendo, y la mujer se entregó sin ofrecer resistencia.

La sospechosa detenida fue identificada como Graciela de las Nieves Oyarzo, de 29 años, quien ya fue condenada dos veces por robo con armas y hace sólo 6 meses que recuperó su libertad después de cumplir una porción de su última condena.

En junio del 2006, luego de que asaltara con un cuchillo a la empleada de una despensa de la calle Onelli y fuera detenida a pocas cuadras del lugar con los 30 pesos que había robado, los jueces de la Cámara Segunda del Crimen entendieron que no había logrado consumar el asalto y le aplicaron sólo dos años y medio de prisión efectiva por la tentativa, la mitad de la pena que había solicitado el representante del Ministerio Público.

La policía la detuvo momentos después y a pocas cuadras del comercio cuando escapaba con dos de sus tres hijos de 4 y 5 años de edad, y por esa razón los jueces interpretaron que no había podido disponer del producto del robo, y lo encuadraron en el grado de tentativa.

La imputada que ya cumplió 5 años de prisión por otros 2 robos con armas, declaró que no recordaba lo que había sucedido, porque estaba drogada y ebria cuando la detuvieron, pero tanto el fiscal como el tribunal descartaron esa versión. Ante el juez de instrucción Oyarzo había detallado qué clase y cantidad de bebida y psicofármacos había ingerido el día del hecho, y en la audiencia se corrigió y aseguró haber tomado 30 comprimidos de aplazolam en lugar de 15. El psiquiatra que la atiende informó que con 15 unidades de ese medicamento no hubiese podido desplazarse, y que 30 comprimidos le hubieran causado la muerte.